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Voto de barrufet:
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Comedia
Última parte de la serie iniciada por Mario Monicelli diez años antes con "Habitación para cuatro". Los amigos de siempre retoman su habitual costumbre de poner una chispa en su vida a base de bromas pesadas, esta vez instalados en una casa de reposo de lujo. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La tercera y última parte de esta trilogía empieza con los cuatro amigos yendo juntos en coche, cantando a capella como siempre. Esta vez sí tienen un destino concreto : dejar a Mascetti en un asilo.
Lo que en un principio parece fatal para Mascetti se convierte en todo un descubrimiento: esta residencia para la 3ª edad es todo un paraíso para vivir como un rey y tomar el pelo a sus residentes. En poco tiempo Melandri se instala también como residente. Más adelante será Necchi quien convenza a su mujer para venderse el bar e instalarse los dos también ahí. De broma en broma llegarán a reventar el buen funcionamiento de la residencia y provocar una revolución que comportará el abandono de la directora y su equipo.
Lo que en un principio parece fatal para Mascetti se convierte en todo un descubrimiento: esta residencia para la 3ª edad es todo un paraíso para vivir como un rey y tomar el pelo a sus residentes. En poco tiempo Melandri se instala también como residente. Más adelante será Necchi quien convenza a su mujer para venderse el bar e instalarse los dos también ahí. De broma en broma llegarán a reventar el buen funcionamiento de la residencia y provocar una revolución que comportará el abandono de la directora y su equipo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Sasaroli lo dejará todo para comprar la residencia y tomar las riendas como director y propietario. Así vuelven a estar juntos los cuatro. A sus anchas. Y estando en un asilo, esta vez estarán juntos para siempre. El final es muy previsible, ya se ve a venir que Sasaroli será el nuevo director porque hace rato que no aparece. Lo encuentro bastante forzado que de repente deje su vida de "cirujano famoso" y vaya a un asilo. Aunque bien pensado, si allí tiene a sus amigos y si su papel será como gerente, su nueva vida no pinta nada mal. Hay muchos guiños a la primera parte de la trilogía: se ve el bar de Necchi, el interior donde tan buenos momentos han pasado y nos han hecho pasar. Hay una escena donde estan los cuatro al lado del billar, Sasaroli jugando con una bola de billar en la mano, como hacía Perozzi en la primera parte. Mascetti con su supercazzora y su lenguaje ininteligible, con quien sea, monjas o gente que se quiere quitar de encima, Sasaroli interrumpiendo operaciones médicas para simplemente atender a sus amigos, sus "ay ay ay" de la 2a parte y sus fulanas como si fuera un don Juan irresistible, las bofetadas en los trenes de la estación recordando el tren que sale para Empoli, como en la primera parte, el súbito enamoramiento de Melandri con alguna mujer que sólo él considera especial, Necchi tratando a su mujer de cualquier manera, sin tener en cuenta su opinión, obligándola a ir al asilo y terminando ella por hacer las maletas y dejándole, harta...
Interesante la presencia de la mujer de Necchi, la actriz Franca Tamantini, la única actriz que sale en las 3 películas de la trilogía. Y sobretodo la del actor Bernard Blier, que aquí padece las bromas de este cuarteto...hasta la muerte. Este actor no es otro que el mismo que aparecía en la primera parte como el jubilado "asqueroso" de correos, Niccolo Righi.
En esta tercera parte ya no aparece Philippe Noiret como Perozzi. Ni lo mencionan.
Hay algunos trozos flojos, como por ejemplo el viaje al Polo Norte. Es bastante absurdo e innecesario, aunque el gag de la ensaladilla rusa vomitada en el avión es muy bueno.
La película acaba como no podía ser de otra manera: los cuatro amigos en la estación dispuestos a repartir bofetadas a los pasajeros del tren saliente... y la impotencia de no poder llevarlas a cabo debido a su vejez, pasando de darlas...a recibirlas. Son gamberros eternos.
Interesante la presencia de la mujer de Necchi, la actriz Franca Tamantini, la única actriz que sale en las 3 películas de la trilogía. Y sobretodo la del actor Bernard Blier, que aquí padece las bromas de este cuarteto...hasta la muerte. Este actor no es otro que el mismo que aparecía en la primera parte como el jubilado "asqueroso" de correos, Niccolo Righi.
En esta tercera parte ya no aparece Philippe Noiret como Perozzi. Ni lo mencionan.
Hay algunos trozos flojos, como por ejemplo el viaje al Polo Norte. Es bastante absurdo e innecesario, aunque el gag de la ensaladilla rusa vomitada en el avión es muy bueno.
La película acaba como no podía ser de otra manera: los cuatro amigos en la estación dispuestos a repartir bofetadas a los pasajeros del tren saliente... y la impotencia de no poder llevarlas a cabo debido a su vejez, pasando de darlas...a recibirlas. Son gamberros eternos.