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Voto de Vivoleyendo:
7
Terror. Thriller. Drama Un psicólogo, que quiere ayudar a su mujer a superar la muerte de su hijo en un accidente, decide llevarla a una cabaña perdida en medio de un bosque, donde ella había pasado el último verano con el niño. Sin embargo, la terapia no funciona, y tanto ella como la naturaleza empiezan a comportarse de un modo extraño. (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2009
38 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me está resultando terriblemente difícil digerir las impresiones que he ido recibiendo y las que me han quedado al final. Lo que sí saco en claro es que este último revulsivo de mi admirado director danés rompe esquemas y no se deja clasificar con facilidad. No sé muy bien donde situarlo, aunque quizás eso importa poco. Que se trate de la historia de un matrimonio en el que la mujer se vuelve loca de atar tras la trágica muerte de su hijo, o bien sobre una naturaleza conspiradora y tóxica que envenena con la presencia de fuerzas satánicas, con las connotaciones de un pasado sangriento de quemas de brujas y, en general, de ginocidios o asesinatos en masa de mujeres... Es algo que me temo que yo no estoy en facultades de resolver. La puerta está abierta a las interpretaciones. Puede que todas sean válidas, puede que no lo sea ninguna.
Lars seguramente, según intuyo entre toda la marea de incertidumbres, nos invita a una inmersión de pesadilla en los océanos de la mente, y en sus frágiles mecanismos de conservación. Mantenemos un equilibrio en nuestra vida diaria, a menudo precario, sí, pero conseguimos mantenernos a flote en la superficie, sin asomarnos demasiado (por temor, supongo) a las profundidades de esas aguas turbias y más ignotas de lo que podamos imaginar.
Pero puede ocurrir que, por ejemplo, algo nos cause una manía, una obsesión, una fijación, que más o menos se pueda sobrellevar y ocultar, hasta que un acontecimiento desgarrador venga a romper todas las delicadas defensas y los saturados diques y libere el horror. Y ya la vida normal se deshace, la tranquila cotidianeidad se evapora, cualquier cosa se convierte en un obstáculo amedrentador y amenazante. Las obsesiones se acentúan hasta la locura, el dolor se clava cada vez más hondo, como un cuchillo infinito... Y uno, poco a poco, pierde contacto con la realidad, se aleja y se revuelve contra lo que ofrece protección... Y surge alguien que no sabíamos que podía llegar a anidar en nosotros. Y es incontrolable.
Marido y mujer recorren juntos esa noche perpetua de la hora del lobo, que en la película de Bergman de dicho nombre era la hora más aterradora de la noche...
Lars continúa dando bofetones como acostumbra con cada película suya, y en este caso sólo utiliza a tres actores (de los cuáles uno aparece brevemente), unos pocos escenarios, recurre a los efectos sonoros, a un empleo mínimo de la música, y a una fotografía que golpea, que impacta, que asquea, que muestra crudamente y que se hace pleno eco de la visión subjetiva de los protagonistas.
Un descenso cada vez más siniestro a los infiernos del alma.
Vivoleyendo
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