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Voto de Vivoleyendo:
4
Romance. Drama. Comedia Holly Golightly es una bella joven neoyorquina que, aparentemente, lleva una vida fácil y alegre. Tiene un comportamiento bastante extravagante, por ejemplo, desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffanys. Un día se muda a su mismo edificio Paul Varjak, un escritor que, mientras espera un éxito que nunca llega, vive a costa de una mujer madura. (FILMAFFINITY)
8 de julio de 2009
32 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Requisitos para rodar una película que más bien da dentera, basada en una novela que se me han quitado las ganas de leer:

-El papel principal es el de una chica que está como una cabra en un garaje, porque arrastra traumas infantiles, pobrecita. ¿Debería darme pena?

-La chica no da ni golpe y saca pasta permitiendo que tíos ricachones o que fingen serlo la inviten a cenar, le den un dineral para el tocador (¿es que en los restaurantes caros de Nueva York había que pagar para ir al tocador? Como yo no soy muy pija y no frecuento los restaurantes de postín, pues no conozco las normas de etiqueta en esos sitios). Ah, por supuesto, también les saca a los tíos lo que éstos le dan para el taxi. Total, que los tíos esperan mojar, le dan dinero, la invitan y después ella los deja plantados. Qué estilo de vida tan interesante (menudos pardillos estúpidos y menuda pájara).

-Estábamos en que los ingresos de la muchacha consisten en lo que les saca a los pardillos de turno. Pues bien, como ella tiene esos traumas y no sabe lo que quiere, se refugia bajo vestidos de Givenchy, kilos de maquillaje, cigarrillos con boquilla de un metro, y se va todos los días a desayunar delante de la joyería Tiffany's. Jo, qué súper interesante de la muerte la vida de esta chica, oye.

-Añadamos que se busca un montón de amiguetes panolis borrachines y pijos entre los que siempre espera encontrar un filón al que echar la zarpa (ella se conoce de memoria la lista de los 100 tíos más ricos de América, menuda lumbrera).

-Por supuesto, como es más bien ligerita de cascos, bastante inaguantable y tiene más pájaros en la cabeza que pelos, todo acaba por salirle de culo.

-Ah, pero le sale un amigo de verdad, su vecino de arriba, que está como un queso pero tiene un gran defectillo: que no está en la lista de los ricos de América. Pobre infeliz. El único que adecenta un poco la película, a mi juicio.

-Para completar el cuadro, coloquemos a otro vecino, pero que es más feo que una multa, tonto del bote y, por supuesto, oriental y con voz de pito (un oriental no puede ser un galán en una peli hollywoodiense, claro, por eso vamos a poner a este menda como un adefesio). Ah, y también meteremos al reputadísimo ¿actor? José Luis de Vilallonga, seductor de momias, para hacer de galán latino. Qué nivelazo.

-Como clave para el éxito total, pongamos a Audrey con su elegancia (porque no muchas ostentaban tanto glamour natural) luciendo modelitos y peinados y representando el típico y tópico papel de lo que se supone que es el gran sueño femenino: vestidos de diseño, joyas y soñar con casarse con un millonario.
Precisamente en la película que la encumbró como la reina de la elegancia, es donde ella me provoca más bien ganas de rechinar los dientes. Pero la culpa la tiene sobre todo Edwards, y la novela de Capote.
Vivoleyendo
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