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Voto de Vivoleyendo:
8
5,8
1.357
6 de octubre de 2007
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
El drama de Joaquín es el drama de tantos muchachos que viven la tortura de salirse de los cánones establecidos.
Cuántos muchachos han crecido en un ambiente social cerrado, anquilosado y hasta cruel en el que impera esa doble moral repugnante, que consiste en que todos los hombres tienen que ser machos cabríos y las mujeres "decentes" tienen que ser fieles, mojigatas, devotas de sus hombres. Y, por supuesto, como está muy mal visto que las mujeres "decentes" muestren a los hombres sus pasiones lujuriosas y tengan con ellos una vida sexual plena y libre, para ello están las "mujeres de la vida", las destinadas simplemente a dar placer a los machos.
Por añadidura, los machos tienen que ser viriles hasta la médula, está terminantemente prohibido que un hombre se sienta atraído por alguien de su mismo sexo, tienen que ser duros, no manifestar sus sentimientos, demostrar su hombría a golpes, fumar, beber, ir con mujeres de la mala vida antes de sentar la cabeza y casarse con una mujer decente, ir de cacería y matar animales inocentes por puro placer. Y, por supuesto, irse de correrías mientras la mujercita se queda en casa rezando el rosario.
En ese ambiente se ha criado Joaquín, el cual sabe que no pertenece a ese mundo. Detesta todo lo que su padre trata de inculcarle y observa con pena cómo su madre se desperdicia en su vida vacía de muñeca de porcelana. Ella es la única que comprende las debilidades de su hijo, aunque su sometimiento a las reglas establecidas le impiden hacer más que tratar de salvaguardar la sensibilidad de Joaquín contra la rudeza de su padre.
El chico, que desde pequeño descubre su homosexualidad latente, comienza a sufrir su personal calvario.
Es el viaje por la vida de un muchacho perdido, que padece el terrible dolor de no poder engañarse a sí mismo, de no poder atenerse a las reglas.
Que ve cómo todos a su alrededor se engañan a sí mismos con tanta facilidad, cómo llevan casi impunemente sus dobles vidas, en vivir al día pensando que en un mañana no muy lejano sentarán la cabeza, se casarán, obtendrán un buen trabajo...
¿Y Joaquín? ¿Puede él contemplarse a sí mismo sin desprecio? ¿Puede él sentirse libre, puede vivir sin engaños, sin hacerse daño a sí mismo y sin hacérselo a las personas que lo aman? ¿Puede encontrar un amor auténtico, aquél que le llegue hasta lo más hondo y que además le corresponda? ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? ¿Por qué la única manera de buscar el olvido es tratando de olvidarse a sí mismo, tratar de borrar el dolor poniéndose ciego de coca, de alcohol, de marihuana?
Sigo en el spoiler.
Cuántos muchachos han crecido en un ambiente social cerrado, anquilosado y hasta cruel en el que impera esa doble moral repugnante, que consiste en que todos los hombres tienen que ser machos cabríos y las mujeres "decentes" tienen que ser fieles, mojigatas, devotas de sus hombres. Y, por supuesto, como está muy mal visto que las mujeres "decentes" muestren a los hombres sus pasiones lujuriosas y tengan con ellos una vida sexual plena y libre, para ello están las "mujeres de la vida", las destinadas simplemente a dar placer a los machos.
Por añadidura, los machos tienen que ser viriles hasta la médula, está terminantemente prohibido que un hombre se sienta atraído por alguien de su mismo sexo, tienen que ser duros, no manifestar sus sentimientos, demostrar su hombría a golpes, fumar, beber, ir con mujeres de la mala vida antes de sentar la cabeza y casarse con una mujer decente, ir de cacería y matar animales inocentes por puro placer. Y, por supuesto, irse de correrías mientras la mujercita se queda en casa rezando el rosario.
En ese ambiente se ha criado Joaquín, el cual sabe que no pertenece a ese mundo. Detesta todo lo que su padre trata de inculcarle y observa con pena cómo su madre se desperdicia en su vida vacía de muñeca de porcelana. Ella es la única que comprende las debilidades de su hijo, aunque su sometimiento a las reglas establecidas le impiden hacer más que tratar de salvaguardar la sensibilidad de Joaquín contra la rudeza de su padre.
El chico, que desde pequeño descubre su homosexualidad latente, comienza a sufrir su personal calvario.
Es el viaje por la vida de un muchacho perdido, que padece el terrible dolor de no poder engañarse a sí mismo, de no poder atenerse a las reglas.
Que ve cómo todos a su alrededor se engañan a sí mismos con tanta facilidad, cómo llevan casi impunemente sus dobles vidas, en vivir al día pensando que en un mañana no muy lejano sentarán la cabeza, se casarán, obtendrán un buen trabajo...
¿Y Joaquín? ¿Puede él contemplarse a sí mismo sin desprecio? ¿Puede él sentirse libre, puede vivir sin engaños, sin hacerse daño a sí mismo y sin hacérselo a las personas que lo aman? ¿Puede encontrar un amor auténtico, aquél que le llegue hasta lo más hondo y que además le corresponda? ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? ¿Por qué la única manera de buscar el olvido es tratando de olvidarse a sí mismo, tratar de borrar el dolor poniéndose ciego de coca, de alcohol, de marihuana?
Sigo en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Su vida es un tumbo tras otro, no encuentra el horizonte... Y ahí está Alejandra, la única persona dispuesta a amarle por encima de todo, la única que le ofrece su amor sin poner trabas, incluso intuyendo que él no puede enamorarse verdaderamente de ella... ¿Acaso es ella su destino? ¿Acaso él está condenado a ser como una hoja al viento, a tener en Alejandra su puerto y su refugio, ella que siempre le recibirá con los brazos abiertos, aunque él necesite volar de vez en cuando? Qué complicado, qué duro es todo... Cuando todos se han vendido, todos se han dejado envolver por la ceguera, y Alejandra es la única tabla a la que puede aferrarse...
Y comprender que Joaquín quizás nunca pueda perdonarse a sí mismo...
¿Qué alternativa le queda? ¿Qué podría hacer? ¿Dónde existe un mundo en el que él pudiera ser feliz, realizarse, conseguir sus sueños de amor verdadero?
"En este país puedes ser coquero, ladrón, mujeriego o lo que te dé la gana, pero no te puedes dar el lujo de ser maricón". Ahí está la condena de Joaquín. La cruz que la sociedad ha cargado sobre sus frágiles espaldas.
¿Puede alguien evitar sentir ese amor, ese impulso tan fuerte que empuja hacia otro ser? Y qué enorme sufrimiento cuando se comprueba que la comunidad limita, vitupera y prohíbe esos impulsos naturales de amor inevitable, cuando eso es algo que no se puede controlar. ¿Es que acaso a todos esos que se creen tan moralistas y rectos les gusta que llegue alguien y les diga de quién deben enamorarse y de quién no? ¿Qué derecho tienen a erigirse en jueces de los demás? ¿Acaso no son tan humanos como los otros? ¿Con qué atribuciones ejercen esa forma de esclavitud sobre seres de su misma condición humana?
Existen muchos tipos de esclavitud, y tal vez las peores sean aquéllas que la sociedad ejerce hipócritamente y clandestinamente sobre sus individuos.
Dedicado a Ad., por haberme descubierto esta película.
Y comprender que Joaquín quizás nunca pueda perdonarse a sí mismo...
¿Qué alternativa le queda? ¿Qué podría hacer? ¿Dónde existe un mundo en el que él pudiera ser feliz, realizarse, conseguir sus sueños de amor verdadero?
"En este país puedes ser coquero, ladrón, mujeriego o lo que te dé la gana, pero no te puedes dar el lujo de ser maricón". Ahí está la condena de Joaquín. La cruz que la sociedad ha cargado sobre sus frágiles espaldas.
¿Puede alguien evitar sentir ese amor, ese impulso tan fuerte que empuja hacia otro ser? Y qué enorme sufrimiento cuando se comprueba que la comunidad limita, vitupera y prohíbe esos impulsos naturales de amor inevitable, cuando eso es algo que no se puede controlar. ¿Es que acaso a todos esos que se creen tan moralistas y rectos les gusta que llegue alguien y les diga de quién deben enamorarse y de quién no? ¿Qué derecho tienen a erigirse en jueces de los demás? ¿Acaso no son tan humanos como los otros? ¿Con qué atribuciones ejercen esa forma de esclavitud sobre seres de su misma condición humana?
Existen muchos tipos de esclavitud, y tal vez las peores sean aquéllas que la sociedad ejerce hipócritamente y clandestinamente sobre sus individuos.
Dedicado a Ad., por haberme descubierto esta película.