Una de las más bellas y originales películas de animación que he tenido el placer de ver. Tengo muchos motivos para elogiarla:
-La ambientación es perfecta. Ese entorno gris, oscuro y triste del mundo de los vivos, en enorme contraste con el entorno colorido, alegre e irreverente del mundo de los muertos. Muy clara y directa la crítica a la monotonía, a la rigidez impuesta por unas normas sociales y un estilo de vida superficial y asfixiante, que cercenan la libertad de los individuos y cortan de raíz sus sueños de ser ellos mismos. Por el contrario, en el mundo de los muertos se está a la vuelta de todo y no hay lugar para el encorsetamiento; ya nadie tiene por qué reprimirse, al ver que no existe ese infierno del Más Allá con el que tanto se les amenazaba en vida, si su vida no era edificante. Habiendo perdido ese temor y conociendo ya el Más Allá, todos buscan su felicidad sin tontas restricciones. Esta es una aguda reflexión que, según creo, lo que intenta decirnos es que intentemos ser lo más felices posible en vida, y que no esperemos a un Más Allá incierto y dudoso para empezar a vivir.
-Los personajes caricaturizados no nos muestran su imagen exterior tal como sería objetivamente, sino que son el resultado de un cuidado análisis psicológico. Su aspecto trasluce lo que son en esencia, pone a la vista la nobleza o la abyección de sus almas. Nos basta una mirada para saber que Víctor es un chico dulce, delicado y sensible y que es compatible con la dulce Victoria. Ninguno de los dos encaja en el ambiente deprimente de sus familias carentes de amor y que sólo se mueven por las apariencias, la riqueza y la posición social. Enseguida congenian, como es lógico. En cambio, sus padres y otros personajes son totalmente feos y esperpénticos. En cuanto a Emily, su belleza, incluso muerta, deslumbra, lo cual nos da una idea de la belleza de su alma.
-El triángulo principal Emily-Víctor-Victoria es fascinante. Víctor llega a debatirse entre esas dos hermosas mujeres, una muerta y la otra viva, y yo creo que su corazón siempre pertenecerá a las dos.
-El sentido del humor es desternillante, perfectamente combinado con un drama melancólico.
-La música fantástica, maravillosa. Esas canciones interpretadas por los personajes quedan perfectas, unidas a la música instrumental en la que destaca el piano.
-Todos los personajes destacan de alguna manera o de otra y nada nos deja indiferentes. Continuamente presenciamos detalles y situaciones que provocan en nosotros todo tipo de reacciones.
Un canto a la libertad, a la búsqueda de la felicidad, al amor verdadero y a la amistad, mostrado de la forma más asombrosa y original. Excelente.