Evie recibió un regalo muy especial al cumplir trece años: conocer la verdad sobre su padre, y lo que ello conllevaba. Hija de un extraterrestre, había heredado un poder que podría usar desde su decimotercer cumpleaños. Podría detener el tiempo juntando sus dedos índice. Todo se congelaría a su alrededor durante el intervalo que ella quisiera, mientras que para ella misma el tiempo seguiría transcurriendo. Y podía mover objetos con su mente. Tales dones implicaban serias ventajas, pero también inconvenientes. Evie tendría que aprender a controlar y no derrochar alocadamente sus habilidades, porque podían traerle graves consecuencias…
Entretenida y bonita serie sobre una adolescente medio alienígena que ha de madurar como una terrícola más, aprendiendo a hacer buen uso de sus poderes.