Comedia francesa de humor gamberrete donde se mezcla lo fantástico, lo disparatado, lo ridículo, lo grosero y lo escatológico para crear una historia resultona con la que yo me reí casi hasta reventar.
Apostando por un desarrollo rápido, mostrando enfoques de cámara que ridiculizan a ciertos personajes, saltando de escena en escena tronchante y absurda y con una banda sonora sorprendentemente espectacular y sobresaliente (magnífico el tema "Enae Volare", mezclando música coral tradicional con ritmo rock), tenemos servido un entretenimiento con sanas carcajadas.
Mostrar el tremendo choque cultural entre un conde medieval y su escudero con sus descendientes de la actualidad no puede resultar más chocante y chirriante. Ver cómo estos dos hombres acostumbrados a la ruda vida que llevaban en su tiempo se encuentran de repente en una civilización completamente desconocida y muy distinta de lo que ellos conocen, y cómo tratan de adaptarse para lograr su objetivo de volver a su época, es digno de ver.
Con un guión que no se recata lo más mínimo, situaciones grotescas, personajes esperpénticos, enredos múltiples, catástrofes, pedorretas, canciones medievales picantes, los dos protagonistas mostrando sus "modales" e intentando asimilar algunas costumbres del presente para congraciarse...
En definitiva, tiene mucho de parodia mordaz, ácida y nada remilgada.