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Voto de Vivoleyendo:
8
Intriga A casa de dos estudiantes van llegando los invitados a una especie de fiesta de fin de curso. El invitado que más temen es su tutor y profesor, un astuto criminólogo que sostiene que el crimen perfecto no existe, aunque ellos se han propuesto demostrar lo contrario. En efecto, con su llegada crece cada vez más la tensión y el nerviosismo de los jóvenes. Y no es para menos, porque tienen un cadáver encerrado en el arcón que sirve de mesa para la cena. (FILMAFFINITY) [+]
1 de diciembre de 2009
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El teatro trasladado al celuloide suele alumbrar resultados por lo menos interesantes.
El reto consiste en atraer y mantener la plena atención del espectador sin salir de un escenario fijo que abarca apenas un par de espacios (generalmente estancias en el interior de una vivienda), unos pocos actores y una cámara que se apoya en un trípode. Con esos pocos elementos, más la adición de los efectos habituales (la música, los sonidos), la depurada brillantez de lo que es el punto crucial (el guión, los diálogos), la expresividad de la imagen, y la profesionalidad del reducido reparto, se puede obtener una película redonda. Un thriller casi redondo, como en "La soga".
La fotografía es inmensa. En 1948 no muchas películas se editaban en color. Pero Hitchcock determinó emplear el Technicolor, asombrosamente fresco y diáfano 61 años después de que la película saliera al mercado. Me ha costado recordar que por esa película ya han pasado tantas décadas.
Por otro lado, los tan laureados planos tienen una entidad única. Unos efectos visuales muy ricos, sin que se deje de enfocar el interior del apartamento, exceptuando la vista de la calle en los comienzos de la película. La cámara es inquieta pese a moverse limitadamente. Ahora enfoca planos americanos soberbios, después realiza un fuera de campo, dirigiéndose hacia un detalle secundario mientras la acción principal transcurre fuera de la visión. Ahora hace una especie de semi-fundidos originales, acercándose a las espaldas de los personajes hasta que el objetivo queda completamente ennegrecido, para volver a alejarse inmediatamente. Ahora centra su atención en un objeto significativo. Y vuelta a los rostros y los planos medios...
Y, por supuesto, para terminar de decorar el suculento pastel, está el sonado, macabro y retorcido planteamiento que pesa sobre todo el desarrollo. El invitado de honor duerme su sueño eterno en un arcón utilizado como mesa para una fiesta. Víctima de la locura de una mente delirante y de la debilidad de un esbirro.
Y esa mente psicópata lleva su loca y monstruosa diversión hasta mucho más allá del límite del morbo. Quien contempla sus actos como obras de arte, y se regocija en ellos, querrá apurarlos al máximo, estirar y estirar la cuerda. La emoción del riesgo, y la convicción de la propia "superioridad", que desdeña la prudencia.
Un crimen perpetrado por placer, como un experimento, jugando a ser un Dios cruel y un juez supremo con derecho a decidir sobre las vidas de quienes no son dignos de la excelencia.
Y mucho más. Las polémicas teorías de Nietzsche sobre el "Superhombre", las disertaciones acerca de razas superiores e inferiores, muy nocivas en el momento en que alimentan cerebros extremadamente vulnerables y enfermos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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