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Voto de Vivoleyendo:
9
Comedia José Luis, el empleado de una funeraria, proyecta emigrar a Alemania para convertirse en un buen mecánico. Su novia es hija de Amadeo, un verdugo profesional. Cuando éste los sorprende en la intimidad, los obliga a casarse. Ante la acuciante falta de medios económicos de los recién casados, Amadeo, que está a punto de jubilarse, trata de persuadir a José Luis para que solicite la plaza que él va a dejar vacante, lo que le daría derecho ... [+]
8 de julio de 2008
24 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Berlanga es un director que, en su época dorada de las décadas de los sesenta y setenta, estuvo tocado por la gracia. Tan elevado dejó el listón con las soterradas denuncias que lanzó en sus satíricas películas, que hasta la fecha su genialidad permanece en el pedestal del mejor cine español. Porque su cine es universal, atemporal, reflejo no sólo de etapas concretas en la historia de España, sino de ideologías, dilemas, lacras, costumbres y concepciones que se repiten a lo largo de los tiempos y en todas partes.
Sus ataques y osadías disfrazados de un fino y agudo humor costumbrista lograron la proeza de pasar la censura franquista, con lo cual uno de los directores y guionistas españoles por excelencia se reafirmó no sólo como consagrado cineasta, sino como un inteligente crítico social dispuesto a revolver la conciencia colectiva de todas las generaciones presentes y futuras.
Si en "Bienvenido Míster Marshall" había puesto en entredicho la política estadounidense de recuperación europea tras la Segunda Guerra Mundial, y en "Plácido" había sacado los colores a esta sociedad hipócrita e interesada, en "El verdugo" su mandoble se dirige hacia la pena de muerte.
Cuando en un estado existe la pena de muerte, alguien tiene que ser el encargado de ejecutar la sentencia. Y ahí entra el polémico y macabro papel del verdugo.
Berlanga retrata a un verdugo de los que en España, hasta hace unas cuantas décadas, eran los encargados de aplicar a los condenados la pena del garrote vil. Amadeo (Pepe Isbert) ha ejercido su profesión durante cuarenta años. Es un hombre de carne y hueso, corriente, que lleva una vida ordinaria, viudo y con una hija soltera cuyos posibles pretendientes invariablemente salen huyendo ante la peliaguda profesión del suegro en ciernes.
Por otro lado, tenemos a José Luis, enterrador, otra de las profesiones que no suelen generar un gran sex-appeal a quien la ejerce. A través de Amadeo, su hija Carmen y José Luis se enamoran y acaban casándose, y José Luis se verá en un gran dilema: Amadeo se va a jubilar y él tendrá que aceptar la sucesión en el puesto de verdugo, o de lo contrario perderán el piso al que Amadeo optaba por ser funcionario.
Ahí comenzará el gran dilema moral del joven enterrador... Por un lado, el bienestar de su familia; por otro, ser el venidero responsable de las muertes de los reos condenados a la pena capital...
Como siempre, sagaz, ácido, profuso en pulsar las teclas más comprometidas cubriéndolas de una capa de costumbrismo, ironía, un sobresaliente guión (de los mejores que ha dado la industria cinematográfica española), y un mar de fondo que va arrastrando con una corriente más fuerte de lo que aparenta ser desde fuera.
Vivoleyendo
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