Jon Turteltaub (tiene guasa el apellido) no se caracteriza por rodar grandes hitos. Es de los que no pasan de las comedias románticas ligeritas o del género de aventuras familiar. De esos directores sin demasiada imaginación ni originalidad, del montón, pero que cuentan con el prestigio de la taquilla, presupuesto de sobra y talento para enganchar a las multitudes que no quieren calentarse la cabeza ni sufrir viendo dramones.
No te esperarías que "Plan en Las Vegas" fuese tan chispeante y hasta emotiva. Turteltaub no es nuevo en la comedia, pero aquí la ha mejorado y se ve que la ha filmado con cariño y gran respeto hacia estos cuatro gigantes que llevan décadas deleitando a los espectadores.
Ah, se me olvidaba añadir otra cualidad de este director. Es capaz de reunir a Morgan Freeman, Michael Douglas, Robert de Niro y Kevin Kline y realizar un trabajo muy decente, no sólo porque ellos levanten la película. Es porque todos los elementos funcionan. También una secundaria como Mary Steenburgen, que no había brillado así desde no sé cuándo pese a las buenas dotes que sin duda tiene. En realidad, creo que no había destacado nunca, al menos que yo recuerde. Un papel en la saga "Regreso al futuro" (de la que no soy fan) u otro de abogada homófoba en "Philadelphia" no la habían convertido en una actriz memorable para mí.
Si quieres reírte cualquier tarde casera y ver a estos cinco ases crepusculares en una marchosa despedida de soltero no apta para menores de sesenta, te recomiendo encarecidamente este "Plan en Las Vegas" que ya sonará a otros títulos trillados pero que tiene mucha chispa, ternura y amistad a raudales y al menos conseguirá que pases un rato muy agradable.