Otra de las comedias ligeras y poco memorables de Spielberg, de las que rueda en sus períodos de transición entre sus peliculones serios. Que está muy bien, desde luego, que un director se atreva con variados registros y que no siempre pique a lo más alto. Spielberg puede permitírselo, porque ya ha demostrado y continúa demostrando de sobra su enorme potencial para estremecer, conmover y asombrar.
De vez en cuando le apetece sumergirse en proyectos menos ambiciosos, persiguiendo el objetivo del puro entretenimiento del público. Es una faceta que le ha acompañado desde sus comienzos, y que, la verdad sea dicha, tampoco se le da nada mal.
En este caso, ofrece la biografía de uno de los falsificadores y estafadores más jóvenes y escurridizos que surgieron en los Estados Unidos. DiCaprio da vida a un joven que adopta identidades falsas y títulos profesionales inexistentes, y que se convierte en un as en la fabricación de cheques fraudulentos, con los cuáles llega a robar más de cuatro millones de dólares en bancos de todo Estados Unidos y del extranjero.
Frank Avagnale, antes de cumplir los veinte años, ya había simulado ser copiloto de vuelo de una prestigiosa compañía aérea, médico y ayudante de fiscal, y utilizaba sus impecables cheques de fabricación artesanal para cobrar sus "nóminas". No parando mucho en el mismo sitio, viajando de acá para allá, dándose la gran vida y (aquí viene la parte sentimental que Spielberg no puede evitar) recordando siempre la figura de su padre, su mentor y pilar de apoyo y afecto. Pero la vida familiar de Avagnale la veo yo metida como con alfileres y un poco falsa, mal esbozada. Una no llega a empatizar demasiado con el progenitor que suelta sus típicas frases lapidarias y perseguido por defraudar a Hacienda (tal vez ahí tenemos parte de los antecedentes para las actividades delictivas del hijo), ni con la madre superficial y poco menos que diva que está ahí para ser poco más que un florero.
De cualquier modo, Frank comienza a sentir sus inclinaciones hacia la suplantación y el engaño desde muy pronto, y prefiere emplear sus brillantes dotes en esa dimensión al margen de la ley en la que vive, huyendo de las garras del FBI ante sus mismas narices y deambulando al límite. Vagabundo de mil identidades y de ninguna, persiguiendo o escapando de algo que nunca alcanzará.
De duración demasiado prolongada, a ratos algo cansina y sin nada digno de destacar (si acaso un entregado DiCaprio, todo sea dicho, y un correcto Tom Hanks), "Atrápame si puedes" resulta algo fallida en sus de por sí poco elevadas pretensiones.
Un 6,5 por mi parte.