Entretenida, aunque pueril y previsible en su argumento, “The Ghost Breakers” es una comedia de terror teñida con algunos toques de cine negro (mafiosos, asesinato, botín escondido, femme fatale, investigación).

Lo mejor:
• las chispeantes interpretaciones del dúo protagónico Bob Hope y Paulette Goddard, bien también por el papel secundario de Willie Best como criado.
• La ambientación: un ténebre castillo en una zona isleña donde se dan cita zombies, fantasmas, practicantes de vudú, y un conjunto de personajes sospechosos.
• Algunos diálogos sarcásticos.

Lo peor: la trama es demasiado predecible e ingenua en su propuesta, encima el desenlace es demasiado precipitado y descuidado en su confección.

Funciona obviamente mucho mejor como comedia de situación que como filme de terror propiamente dicho. Si bien no es una gran película, sí te hace pasar un rato entretenido. Además no es una película larga.

Un 6 teniendo en cuenta su época de realización.