Un retorcido y modesto slasher de la década del setenta, en el cual podemos ver: fundamentalismo religioso, atmósfera insana donde los trastornos psicológicos abundan, misteriosos personajes que esconden sus intenciones detrás de falsas apariencias, un asesino serial que oculta su rostro detrás de una máscara, brutales homicidios que no tienen contemplaciones por ningún personaje, una niña muy siniestra que nos deja estupefactos con sus comportamientos, una compleja investigación policial que no encuentra las pistas necesarias.

Otros datos:
• Brooke Shields aparece muy poco en el filme.
• Hay partes en que el filme decae en intensidad debido a que algunas escenas y diálogos son poco incitantes.
• Lo más atractivo es que el slasher involucre a una feligresía católica y a una niña de doce años con comportamientos extraños.
• Hay mucha atmósfera de perturbación mental.
• La cinta posee varias secuencias impactantes por su grado de violencia y por no tener reparos ni concesiones con ningún personaje.
• La partitura musical colabora para generar climas escalofriantes.
• Muchos de los personajes poseen conductas sórdidas y pervertidas.

Si bien la película tiene algunos baches narrativos, es un filme que cautiva en su desarrollo ya que despliega un slasher muy perverso utilizando en muchos de los casos a una niña de doce años como principal sospechosa. Pero ello no es todo, además el filme busca sobresaltar aún más al terminar desplegando sus olas de crímenes dentro de una comunidad religiosa católica donde supuestamente debe existir paz y armonía. Esa yuxtaposición entre lo sagrado y lo profano es la clave para que la cinta sea espeluznante en algunos pasajes.