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Voto de pablo garcia del pino:
9
Comedia Una familia, propietaria de una fábrica de turrones, va a Madrid para promocionar sus productos en una feria gastronómica. Esta decisión la toman contra la opinión del patriarca y creador de la empresa, don Fernando Planchadell, que, fiel a sus principios, se resiste a toda innovación. Los maestros Berlanga y Azcona, aunque lejos de su mejor época artística, se vuelven a rodear de excelentes actores para conseguir uno de los mayores ... [+]
18 de noviembre de 2007
31 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
La demoledora eficacia crítica y cómica de Luis García Berlanga no tiene parangón con el de ningún otro cineasta español. Su mundo está hecho de "incorporaciones masivas" de selectos planteles humanos, que, en sus prolíficas manos, evidencian una eficacia única para remover los posos críticos, desenfadados, frívolos, caóticos, grotescos, raquíticos, o nostálgicos, de un panorama fílmico, puramente ibérico, que Berlanga establece en nuestra cinematografía como si instaurara una nueva ordenación jurídica en lo que a la pantalla grande respecta: "su cine coral". El punto de partida de este colosal "Moros y cristianos" es el turrón de Jijona. Que, por supuesto, no forma parte de una hecatombe tremebunda en la que menudean sus americanos que no llegan nunca, sus verdugos, sus letras de cambio, sus pobres muertos de hambre y de frío entre calamitosas caridades puestas en solfa por una burguesía beatona e hipócrita, o sus falsificadas apariciones de santos, que escenificaron una época, para dar paso después a sus políticos corruptos y lujuriosos, sus marqueses mezquinos y egocéntricos con hijos masturbadores y algo retrasados mentales. Pero, como en la viña del señor Berlanga siempre ha habido y habrá un poquito de todo ello, disfrutemos con el mejor patriarca Jijonés "jamás parido" que es el malhumurado y genialísimo Fernando Fernán Gómez, con sus egocéntricos y mezquinos hijos que son el Pedrito Ruiz y el inolvidable Agustín González, con una aspirante a ministra, siempre al borde de la histeria "que está que se sale de bien" y que es Rosa Maria Sardá, con una Verónica Forqué "regia" por su acento argentino y porque es una cómica sublime, con un magnífico Andrés Pajares retrasado mental y que parece Alberto Sordi, con un torbellino publicitario personificado por un extraordinario José Luís López Vázquez, que es capaz de engatusar al mismísimo Padre Celestial y que además padece aerofagia y lleva coleta, y con una enloquecida, pintarraqueada y cachonda ex-cantante de ópera, "ilustre" María Luisa Ponte, aparte de otras muchas "glorias" vitaminadas por la genialidad Berlanguiana. Y ahí queda esa especie de cóctel patricio, a galope con los encontronazos patológicos de todo quisqui, con el que podría ser el lema del SR.LUIS: "de todo un poco, ¡y mucho!" (El repaso fotográfico que José Luís López Vázquez lleva a cabo ante los ojos atónitos y la sobresaliente dentadura de Rosa María Sardá de la familia Planchadell y Calabuig es de los que hacen historia) ¡Yo no me lo habría perdido por nada del mundo! ¡Ni tampoco el resto de la película, por supuesto!
pablo garcia del pino
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