Si bien está enmarcada en los años 90 dentro de la intrincada problemática social-político-religiosa de Irlanda y a veces su humor es muy local, es lo suficientemente inteligente para que sea disfrutable por un público amplio de cualquier parte (a lo mejor se escapan algunos chistes y apuntes con marcada referencia local), y en su conjunto es más que satisfactoria. Hacen mofa de todo: su idiosincrasia, los ingleses (los británicos en general), la religión católica, la educación, las relaciones padres e hijos, etc. Hace tiempo no me divertía tanto con una serie. Todos los personajes están realmente bien (la monja-directora y el abuelo son de lo mejor). Los capítulos son cortos igual que las temporadas, justo lo necesario. Se ve de un tirón. Totalmente recomendable.