Haunting on Fraternity Row es la típica película de serie B en la que aparecen muchos actores que reconoces de series como La Chica Invisible, o de otras cintas como Reflejos 2, Destino Final, Glee o Bones y que aunque es mala de narices, logra que te eches unas risas y que pases un buen rato. Siempre escribo que no hay que renegar de la serie B; me pasa como con las novelas, que algunas tienen malas críticas, han sido mal encuadernadas y te las pintan como una mierda, pero luego son los que te enganchan en días en los que no te apetece pensar demasiado.

El director de esta bobada es Bran Sersen –desconocido para mí- y que también escribe el guion. Logra momentos divertidos –más que de terror- y hasta su Huésped está hecho para que te rías. Los diálogos son ridículos. Los protagonistas no hacen nada que tenga sentido. Da la sensación de que esto lo hicieron para pasar un buen rato, reírse de sí mismos y de lo que estaban grabando. La fotografía es bastante barata –todo parece un telefilm-.

Dice la Wikipedia que está clasificada solo para adultos por ciertas escenas; eso también es un chiste, pero si así lo decidió la Junta de Clasificación lo tendremos que respetar.

La recomiendo para días en los que solo quieres ver una tontería, con actores que te suenan y no tomártela en serio.