Shapiro en los tiempos que corren no hubiera podido imaginar un guion como el de 1993. Ahora saltarían las alarmas por el papel –de la siempre increíble y mítica- Alicia Silverstone. Cary Elwes (La Princesa Prometida), siempre está metido en jaleos por mujeres preciosas y también tuvo sus mejores papeles a finales de los 80 y durante la década de los 90. No obstante, Elwes ha conseguido mucho más reconocimiento y trabajo en el mundo del cine que la pobre Silverstone, que desde que apareció en el famoso Batman, hizo caída en picado –algo incomprensible y que no les pasó al resto del elenco, entre ellos Kidman o Thurman-. En 1993 yo no tenía ni los supuestos catorce de la Silverstone y sin embargo ya queríamos ser como ella. Sus cintas eran provocativas; Clueless fue todo un éxito (incluso una amiga me regaló una camiseta que guardo como oro en paño). Años después me enteré que era la versión moderna de Emma, y sinceramente, no le veo el parecido, pero nos gustó que se liase con ese hermanastro –con el que no compartía absolutamente nada de genética, ojo-.

Veneno en la Piel tiene un suspenso en esta página, sin embargo el guion es atrevido, loco, maquiavélico y sórdido. Sí, es un tema sucio y hoy estaría muy mal visto, pero a mí me han encantado todos. Cada vez que aparecen Silverstone o Elwes se llena la pantalla con todo el carisma y la química que desprenden. Ambos son magníficos y hacen unas interpretaciones de diez.

Alicia se merecía mucho más que todo lo que tuvo que sufrir antes, incluso, de que las redes sociales estuvieran al alza.