Este anime me recuerda a otros del mismo género de drama psicológico, suspense y acción, como puede ser Ousama Game, Mirai Nikki o la serie surcoreana que se ha puesto de moda, El Juego del Calamar. Esta obra posee momentos un poco sangrientos, pero para los que no les gusta ese tipo de escenas, suelen censurarlo y para nada es molesto.

El protagonista sufre un cambio de actitud, empezando por ser un chico simple, con miedo, inseguridades, pero conforme pasa los capítulos, deja aparcado sus miedos para volverse más frío. Lo malo de esta serie es que se centran mucho en un juego estilo Battle Royale durante la obra, por lo que apenas hay variedad de entorno por así decirlo, pero por lo demás, el anime está bien, me ha gustado y he sentido que quería seguir viéndolo sin problema. Ojala lo continúen, ya que Japón suele emplear a veces estos animes para solo promocionar el material original.