Golden Boy es uno de los animes más divertidos que recuerdo, con un protagonista que peregrina de trabajo en trabajo siguiendo su particular "Universidad de la vida". Cada capítulo comienza con Kintaro en un nuevo trabajo del que no tiene ni la más remota idea y con alguna compañera o jefa por la que babea. Al grito "Aprendo, aprendo, aprendo" nuestro protagonista se esfuerza en mejorar y al final del capítulo ha dado con alguna "idea genial" que demuestra que no es un inútil; claro que para entonces ya se habrá ido con su bicicleta, persiguiendo un nuevo reto...

La animación es la típica de los 90, sin mayores alardes y la música está bien, sobre todo la sintonía del opening. Tiene ciertos toques de erotismo muy evidentes pero mayormente es una comedia, eso sí bastante subida de tono, aunque con un humor sorprendentemente blanco y sin mala leche.