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Voto de Gunnar Hansen:
8
Terror. Comedia Un científico descubre en Skull Island un ejemplar muy extraño de mono rata al que acompaña una terrible maldición, según los nativos. El ejemplar es trasladado a Nueva Zelanda para su estudio. Por otra parte, Lionel es un joven que vive con su insoportable madre, que no aprueba la relación que acaba de comenzar con Paquita, la hija del tendero. Cuando los dos enamorados realizan una visita al zoológico, ella les vigila en secreto, y ... [+]
1 de diciembre de 2008
19 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Érase una vez un joven director repleto de mala baba y un hiriente sentido del humor. Esta amable persona ya había realizado dos fechorías anteriores que le concedieron un puesto entre los más guarros y deliciosos gamberros del celuloide. Mal Gusto y Meet the Feebles rondaban diferentes géneros sin, realmente, asentarse dentro de las fronteras de ninguno. Comedia, terror, gore, acción, ciencia ficción, fantasía, marionetas... tenían cabida en estas piezas maestras de la serie b, rodadas ambas con un verdadero bajo presupuesto y en condiciones totalmente lamentables (el rodaje de Meet the Feebles fue un verdadero infierno).

Braindead, proyecto realmente anterior a los Feebles, pero que vio la luz después de aquella por vicisitudes de financiación, continuó esa línea desvergonzada y gamberra que en las dos predecesoras había encumbrado a su director a un puesto en el Olimpo del gore y el fantástico. Con un ajustado presupuesto y mucha, pero que mucha imaginación, Peter Jackson nos conduce a una orgía de sangre, tripas y mucho humor. Con una técnica de rodaje muy suya (un objetivo en continuo movimiento que introduce al espectador en la obra como un observador más), unos acertados efectos especiales y un guion descabelladamente absurdo, hilarante y grotesco, este buen hombre y mejor persona nos brindó la mejor película gore de todos los tiempos.

La cinta se paseó por medio mundo, por unos cuantos festivales y fue aclamada por todos cuanto la vieron, incluso por el propio Stuart Gordon (quien en persona felicitó a Jackson en Sitges). Eran buenos tiempos para nuestro afable gordito. Un violento drama, Criaturas Celestiales, permitió a Jackson huir del encasillamiento y demostrar que el gore no era su única capacidad. Pero luego llegó Hollywood y lo deglutió.

The Frighteners (Agárrame esos fantasmas, ridículo título en español) y El Señor de los Anillos le alejaron de la independencia, impidiendo que la madurez cuajase en su cine. King Kong fue una lamentable e innecesaria revisión y ya veremos lo que nos depara Lovely Bones, su anunciado próximo lanzamiento. Quizá esté todo perdido o quizá no, solo el tiempo lo dirá. Al menos hubo un tiempo de total libertad para este nuevo zelandés que le permitió obsequiarnos con lo mejor que el gore y la serie b ha vomitado al mundo cinematográfico.

Braindead solo es apta para unos pocos. Abstenerse todos aquellos que han conocido a Jackson por sus más recientes trabajos. Aquí no hay elfos, hobbits bonachones de pies peludos, enanos barbudos, anillos mágicos ni nada parecido. Esto no es para todos los públicos. Solo para transgresores sin prejuicios, con sempiterna alma gamberra y una mente muy abierta.
Gunnar Hansen
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