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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
6
Comedia Todo empieza cuando El Chanfle por casualidad presencia en Las Hadas un partido de fútbol. El presidente del club le ordena ir al aeropuerto a esperar al entrenador que retorna de Argentina. (FILMAFFINITY)
7 de febrero de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda, Roberto Gómez Bolaños perdurará en el recuerdo de muchas generaciones por su labor televisiva, sobresaliendo entre su producción la mítica serie "El Chavo del 8". Sin embargo, en sus incursiones en la gran pantalla no logró encontrar el tempo que tan bien manejaba en el otro formato (curioso paralelismo, por otra parte, con Narciso Ibáñez Serrador). Como fuere, la popularidad de su elenco (Rubén Aguirre, Edgar Viva, María Antonieta de las Nieves, Florinda Meza, etc.) le hizo dar dos fuertes golpes a la taquilla con la saga de "El Chanfle", los avatares de un modesto y ficticio club de fútbol.

Esta segunda parte tiene el importante lastre de no contar con dos de los mejores intérpretes de la vecindad, nada menos que Carlos Villagrán y Ramón Valdés, encarnaciones de los inefables Quico y don Ramón. Pese a ello, aunque se les eché mucho en falta, tiene el efecto colateral positivo de dar más minutos de metraje a gente como "El Chato Padilla" o María A. Fernández (actriz española de sólida carrera teatral a revindicar y redescubrir, aunque su fama se cimentó al final de su carrera como la bruja del 71), quienes no pudieron disfrutar de tantas escenas en la serie original.

Obviamente, para disfrutar de "El Chanfle II" hay que verla desde esta perspectiva de arqueología de una de las etapas menos conocidos de uno de los grandes genios que ha dado la caja tonta, ese pequeño Shakespeare que tuvo la astucia y la inteligencia de rodearse de un grupo de intérpretes excepcional, único e irrepetible. Los fans, disfrutarán mucho de esta pequeña muesca en el revólver. Los que no, podrán constatar el feroz paso del tiempo, y que, como decía Maharbal, los dioses no conceden todos sus dones a una única persona.

Bolaños estaba tocado con una varita mágica para la televisión. De haberlo tenido asimismo para el cine, hubiéramos tenido que cortar la baraja.
El Libanés
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