Estamos ante un film que se ve con interés, cuenta una historia del tirón sin entrar en matices ni disquisiciones (el cine en esta época resulta poco sutil), como el desarrollo no tiene pausa (demasiado atropellado) se deja ver (total son 40 minutos) y se presentan, a un nivel poco esperable para la época, conductas eróticas y comportamientos muy explícitos.

Hay emoción, hay drama , y sobre todo hay una muy buena interpretación de Asta Nielsen, mucho más contenida en su estilo interpretativo que sus contemporáneas, hace un retrato creíble y lleno de erotismo de su personaje, una actriz que desapareció con el sonoro, pero que fue una auténtica estrella en su época, (donde se puso su nombre a algún que otro producto de consumo), y que aquí está bien dirigida por uno de sus cinco maridos (Urban Gad).

Da la impresión de que la película pudiera haber dado más de si, de hecho, los cambios vitales de la protagonista, y el desarrollo de su vida, suceden sin más, y hay que aceptarlos aunque no resulten muy creíbles, en cualquier caso, insisto, buena película, buena interpretación, y un par de grandes momentos (el baile de Asta Nielsen y la escena final)