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Sudán Sudán · las críticas me la
Voto de baskin 26:
9
8,0
6.159
Documental Vlade Divac era uno de los pilares de la selección yugoslava de baloncesto que tantos éxitos cosechó hace más de 20 años. Divac explica cómo su gran amistad con el croata Drazen Petrovic se arruinó debido a la guerra de los Balcanes, en la que Croacia proclamó su independencia de Yugoslavia. Poco después, en 1993, Petrovic, uno de los mejores jugadores europeos, que estaba triunfando en la NBA al igual que Divac, murió en un accidente de tráfico. (FILMAFFINITY) [+]
10 de julio de 2011
26 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Claro que me acuerdo de vosotros, de hecho nunca os he olvidado: Drazen Petrovic, Vlade Divac, Zarko Paspalj, Dino Radja, Tony Kukoc... Aparecisteis a mediados de los ochenta: la Cibona de Petrovic, la Jugoplastika de Kukoc, el Partizan de Belgrado de Divac y Paspalj, revolucionasteis el baloncesto europeo como nunca antes se había visto. Os plantasteis en la final de los Juegos Olímpicos de Seúl 88; ganasteis el oro en el Eurobasket de 1989 en vuestro país; ganasteis el Mundial de Argentina de 1990 con una suficiencia, incluso ante EE.UU., nunca antes vista y el Eurobasket de 1991 de Italia. Asombrasteis al mundo jugando un baloncesto estratosférico, erais un equipo maravilloso de hermanos con un talento descomunal llamado a comeros el mundo. Erais tan asombrosamente buenos que creo que habríais sido capaces de derrotar al Dream Team de 1992 (sí, el de Bird, Magic, Jordan, Barkley o Ewing). Pero ocurrió algo extraño durante la celebración de la victoria en Argentina, aquel absurdo incidente con la bandera croata, fue como un presagio de lo que el destino os tenía preparado. Y luego ya nada fue igual, os distanciasteis, cada uno siguió su camino en la vida hasta que estalló aquella absurda guerra que lo cambió todo para siempre. Ya no erais hermanos, ni siquiera amigos, pasasteis a ser desconocidos, cuando no directamente enemigos. Nunca más os dejaron jugar juntos, nunca nada volvió a ser igual, tanto odio, tanta sangre derramada os cambió a todos para siempre. Y un día, un estúpido día, Drazen falleció y entonces os disteis cuenta de que la vida es muy breve para vivirla odiando y que nunca es tarde para pedir perdón. Erais un sueño maravilloso que el macabro destino acabó convirtiendo en una terrible pesadilla.
baskin 26
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