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España España · Málaga
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5
Aventuras. Drama Harald, el rey de los vikingos, muere durante una batalla contra los britanos. Uno de sus dos hijos, Eron, es puesto a salvo, mientras que el otro, Erik, es adoptado por Alicia, la reina de Britania. Veinte años después, Eron encabeza la ofensiva vikinga contra los britanos y, por otro lado, Erik está al mando de la flota real de Britania. Los dos jóvenes desconocen su verdadera historia y se enfrentarán para defender sus respectivos bandos. (FILMAFFINITY) [+]
6 de noviembre de 2010
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El azar y mis casi insomnes indagaciones por Filmaffinity hicieron que me topase con esta curiosa producción y que, sin dudarlo, me decidiese a verla con el interés con que se pueda afrontar una película de estas características.

Características, a buen seguro, íntimamente conectadas al peplum que por aquellos años tanto empuje ganó; pero que no sea el prejuicio el que nos emborrone el visionado y la posterior valoración de un film con algunos factores que potencian el resultado global del mismo.

Claramente influida en decenas de detalles (como, por ejemplo, el ritual funerario del jefe nórdico hacia el final) por aquella maravillosa obra tan perdurable y a la vez algo olvidada como "The Vikings" (Richard Fleischer, 1958), una película sobre la que no ocultaré mi rendida admiración, "La furia de los vikingos" no responde sino a un arquetipo de película de aventuras, con trasfondo histórico, que se sirve de la espectacularidad, la pomposidad escénica y cierta grandilocuencia en el guión pero que, por otro lado, en ningún momento aburre ni provoca la distracción.

Con un argumento inverosímil y algún que otro ingrediente escenográfico kitsch (además de los aciertos y desaciertos en el vestuario), no le negaremos al director de "La furia de los vikingos" los logros alcanzados en la puesta en escena, ni al que fotografía ciertos momentos inspiradamente (aunque a veces también demasiado teatralmente) iluminados, amén de los audaces planos durante las cargas y los combates, rodados, por lo demás, con innegable efectividad y buen sentido de la acción, destacando el último asedio, durante el cual, por cierto, no quisiera dejar de mencionar un (posible) homenaje a la prodigiosa "Trono de sangre", aquella particular versión de Macbeth que nos dejase Kurosawa en 1957, cuando el usurpador es asaeteado por varios arqueros.

Pero donde flaquea este, a pesar de todo, aceptable film, es en sus afectados y flemáticos actores, y en una narración que, aunque vivaz, acusa sobremanera el reducido metraje, llevándonos de una escena a otra con giros bruscos, pocas veces bien enlazados, siendo buen ejemplo de ésto la falta de transición, si quiera dramática, entre el final de la batalla y la siguiente secuencia, que nos viene como desenlace forzado y abruptamente introducido.

"La furia de los vikingos" es, en cualquier caso, una meritoria y enérgica película que, con su tono épico pobremente conseguido, sus altibajos, sus tópicos y sus flaquezas, no deja de constituir una estimable y curiosa visión sobre las invasiones de aquellos hombres del Norte, pero como pretexto argumental para entretener y divertir momentáneamente a un espectador que, si se aleja de los prejuicios que le traigan a la mente el peplum y no busca aquí nada trascendente, sabrá disfrutarla.
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