El principal problema de Endgame es que narrativamente la película no es tan consistente como Infinity War. Se nota que hay un punto al que han querido llegar en la historia, y al cual se han aproximado con Infinity War de una manera tan bien ejecutada que después ya no han podido terminar de resolver sin forzar un poco las cosas.

Lo que en otra película sería tachado de “flojera”, aquí se le ha perdonado benévolamente en pro de resaltar el espectáculo y la emotividad. Para mí, mientras más lo pienso, menos me termina de convencer todo el asunto del medio: “El plan”, la manera en la que deciden llevar la película a su conclusión. Es lo que tiene aventurarse a…. ése particular vehículo narrativo. Se juega mucho con fuego si no se tienen definidas claramente una serie de pautas, y a veces ni así se pueden evitar las ineludibles incongruencias en cuanto se dejan descansar a los efectos y se somete la historia al mínimo escrutinio.

Lo bueno es que aún a pesar de esto (o por lo menos a pesar de que no es evidente de entrada) la película se sostiene por la interpretación y el cierre de los arcos argumentales de los protagonistas. Hablo específicamente de los 6 iniciales de la primera película coral. Si la historia es inconsistente, al menos el desarrollo de cada personaje está muy bien llevado a cabo y tiene una conclusión satisfactoria. El resto están bien aunque, a diferencia de la mucho más concurrida Infinity War, con un nivel muy irregular de presencia e importancia en la trama.

Al final la película me gustó, incluso me entusiasmó bastante en un par de momentos muy concretos donde claramente han apuntado a lograr el nerdgasmo definitivo en el respetable. Es una película de tres horas que pasan volando y que logran un nivel de inmersión inusual.

Está repleta de referencias comiqueras que para variar son bastante recientes, y que junto a un par de referencias cinéfilas, han dejado muy confundidos a los pubertos adictos a cierto jueguito online que han abarrotado todo el cine menos el puesto de cómics al lado del café. La situación es tan divertida que rivaliza con el característico buen humor y los one liners épicos marca de la casa (aunque sí, ésta película me parece más dramática y épica que humorística a diferencia de cualquiera de las anteriores).

No es perfecta pero es un buen y digno cierre a 10 años del único fenómeno cinematográfico digno de pararse al lado, ahora incluso más arriba, que Star Wars.