Catherine Hardwicke logra con creces lo que Larry Clarke no ha podido desde “Kids”, muestra un retrato reflexivo y se podría decir “perturbador” (dependiendo la edad del espectador) de la actual juventud no necesariamente americana.

¿El argumento es realista? Sí y no. En realidad lo que se muestra no es nada, pero aún así luce exagerada y pasada de rosca a ratos. Lo que si se debe destacar es la magistral labor de un elenco impresionante e inmejorable. Evan Rachel Wood cautiva, emociona, impacta y conmueve con una facilidad asombrosa; no hablemos de Molly Hunter a cuya interpretación de una madre cariñosa pero irresponsable le sobran todos los elogios. El mejor papel sin duda.

Recomendable, es una película reflexiva y muy interesante aunque no cuenta mucho.