Primero quisiera preguntarle a nuestro queridísimo “doktor”: ¿qué tiene que ver esto con el videojuego? O mejor: ¿qué tiene que ver con la película anterior?

Mire doctor, vampiros en el far west no es una mala idea pero es que su película desaprovecha completamente el planteamiento y lejos de ofrecernos un producto bizarro y emocionante (como agradeceríamos sus fans, estoy muy seguro de eso) nos cuela una historia que no tiene el más mínimo interés que termina siendo un vil intento de imitar los clásicos y casi extintos films de western fracasando de forma patética.

La escuadra de cutres que se ha agarrado en ésta ocasión para que hagan de “actores” da muchísima lástima. Zack Ward debió estar realmente necesitado para prestarse a semejante ridículo y ni hablar de Natassia Malthe que como siga en éste camino jamás va a conseguir despegar su carrera, Michael Paré (el nuevo actor fetiche de Boll) pasa casi desapercibido y ya se lo puede considerar un clásico del cine rancio por las basuras en las que sale.

No puedo dejar pasar el hecho de que en ésta película, y con notable diferencia de las anteriores, Uwe se hace con un mejor equipo técnico (lo cual no quiere decir que sea bueno por que compararlo con los de House of the Dead…) que igual no le sirve de nada por que en la dirección es un absoluto inútil que no puede rodar escenas de acción sin ralentizar cada plano y eliminar toda la emoción que supuestamente trata de transmitir. Además de que ni hay gore (¿y esto va de vampiros?) ni descabellados combates como se debería hacer en las adaptaciones de videojuegos de éste género.

La verdad es que Uwe en vez de mejorar empeora, sus bodrios que antes eran divertidos ahora solo producen bostezos y como siga así más de uno va a acabar harto.