Joseph Sargent, director de éxitos tan rotundos como el "Pelham 1,2,3" de Robert Shaw y Walter Matthau, y de fracasos tan sonados como el "Tiburón: la venganza" de Michael Caine y Lance Guest, nos muestra en esta poco original cinta de terror al estilo "Creepshow" cuatro historias sin nada de originalidad, incluso podría decirse que algunas de ellas están plagiadas de otras películas de terror y de suspense.

En la primera historia nos encontramos -por enésima vez en una peli de miedo- a un sádico asesino en serie que está sembrando el terror en Los Angeles (como no), para protagonizar una breve y poco sanguinaria historia al estilo de "La noche de Halloween". En la segunda historia nos encontramos con algo parecido al filme de Carpenter "Videodrome", donde un adicto a los videojuegos (Emilio Estevez) irá más allá de jugar a unas partidas en el salón recreativo. La tercera historia, protagonizada por Lance Henriksen, es casi un calco (algo más surrealista) del "Diablo sobre ruedas" de Spielberg, solo que esta vez, el homicida conduce una ranchera con el parabrisas ahumado, y es mucho más fácil de vencer de lo que fue el camión homicida de Spielberg.

Y finalmente, en la cuarta historia, una rata gigante, asquerosa y peluda está acechando en la vivienda de un orondo y gruñón ejecutivo (Richard Masur) y de su aterrorizada esposa (Veronica Cartwright). Aunque la rata no va precisamente en busca de carne humana.....

Reparto de varias caras conocidas, como Lance Henriksen ("Terminator", "Aliens, el regreso"), Veronica Cartwright ("Alien, el 8º pasajero", "La invasión de los ultracuerpos"), Richard Masur ("La cosa", "Llamada a un reportero") o Emilio Estevez (el hijo de Martin Sheen), entre otros, para protagonizar cuatro historias sin interés alguno.

Regularcilla tirando a mala.

La primera historia del enfermo mental suelto por Malibú es la que "engancha" (por decirlo de algún modo) un poquito, aunque el final sea un truño, las demás historias apestan, especialmente la segunda historia.... (la del videojuego).