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Voto de Glasshead:
232
Terror. Thriller
Contracted: Phase II retoma la acción justo en el punto que la dejaba su predecesora. Empieza con la disección del cadáver de la pobre Samantha, para centrarse rápidamente en Riley, el más reciente portador de la repugnante y virulenta enfermedad que conocimos en el primer filme. El joven tratará de localizar el origen de la plaga, mientras intenta mantener a raya la degeneración de su cuerpo. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2015
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es una absoluta decepción y rompe con todo lo que era la primera.
Para hacerlo, han seguido el eficaz manual de "Cómo tratar al público como idiota en tres pasos":
1- La gente es idiota y si quieres hacer una película comercial, trátala como tales. Así que nada de complejidades ni de cierta profundidad. Las cosas claras y mascaditas. Un bueno, un malo y un problema.
2- Todo el guión tiene que ser un conjunto de muchas cosas que pasan una detrás de otra para generar algo parecido a tensión. No hace falta que haya un porqué.
3- La gente es idiota así que las cosas pasan porque a ti te da la gana. No hay que comerse el coco, si antes de disparar al malo le cae un ladrillo a la cabeza, o le da un síncope, es bueno porque genera "tensión" y nadie va a pensar en ello.
En definitiva, un bodrio especialmente doloroso si se tiene en cuenta que la primera parte era casi una obra maestra de raíces polanskianas y de crítica a la sociedad moderna.
Esto es un atentado, deberían meter en la cárcel a quienes han ideado este engendro.
Para hacerlo, han seguido el eficaz manual de "Cómo tratar al público como idiota en tres pasos":
1- La gente es idiota y si quieres hacer una película comercial, trátala como tales. Así que nada de complejidades ni de cierta profundidad. Las cosas claras y mascaditas. Un bueno, un malo y un problema.
2- Todo el guión tiene que ser un conjunto de muchas cosas que pasan una detrás de otra para generar algo parecido a tensión. No hace falta que haya un porqué.
3- La gente es idiota así que las cosas pasan porque a ti te da la gana. No hay que comerse el coco, si antes de disparar al malo le cae un ladrillo a la cabeza, o le da un síncope, es bueno porque genera "tensión" y nadie va a pensar en ello.
En definitiva, un bodrio especialmente doloroso si se tiene en cuenta que la primera parte era casi una obra maestra de raíces polanskianas y de crítica a la sociedad moderna.
Esto es un atentado, deberían meter en la cárcel a quienes han ideado este engendro.
