Película dura, pero también necesaria, no sólo por mostrar la lacra de la violencia de género, también por los daños colaterales que produce cuando hay hijos por medio, y por la revictimizacion de las personas que lo sufren una vez se deciden a denunciar, y lo muestra con la suficiente sensibilidad para hacernos comprender que no sólo los malos tratos físicos son violencia.

Por otro lado, tenemos la visión de la buena gente, aquella que en las situaciones más difíciles arriman el hombro, sin exageraciones ni victimismos. Una película muy digna y necesaria.