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Voto de La Taverna del Mastí:
8
Bélico. Drama Año 1940, en plena 2ª Guerra Mundial. En las playas de Dunkerque, cientos de miles de soldados de las tropas británicas y francesas se encuentran rodeados por el avance del ejército alemán, que ha invadido Francia. Atrapados en la playa, con el mar cortándoles el paso, las tropas se enfrentan a una situación angustiosa que empeora a medida que el enemigo se acerca. (FILMAFFINITY)
28 de julio de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Según el diccionario la palabra maestro se le atribuye a aquella persona que ha alcanzado un alto grado en su oficio. Tras esta definición, y el haber visto su trayectoria profesional, es pertinente decir que Christopher Nolan es un maestro; y por consiguiente, "Dunkerque" es una obra maestra. Quizás la mejor de su impecable filmografía, y por supuesto, una lección de cine digna de estudio. Ya que con esta película, se ha consagrado definitivamente como uno de los grandes cineastas de todos los tiempos, rayando a la misma altura que otros tantos del talante de Alfred Hitchcock, Stanley Kubrick, Clint Eastwood, Martin Scorsese, John Ford o Elia Kazan... por citar algunos de los más grandes. El razonamiento es más bien sencillo. En "Dunkerque" no hay superhéroes, ni ciencia ficción, ni fantasías oníricas..., se trata de una historia real narrada de forma rigurosa.

Para abordar la historia, Nolan ha querido imprimirle su sello personal (como todo autor que se precie), y con ello se podría afirmar que ha conseguido arrojar un soplo de aire fresco a un género tan manido como el cine bélico. Me explico. En "Dunquerke" no hay presentación de los personajes, entrando de lleno en el nudo de la historia; si bien, al inicio del filme, Nolan enumera cada uno de los tres frentes abiertos de la premisa, y con ello, marca los tiempos narrativos, siendo ésto una de las tónicas habituales de su cine. La primera trama focaliza la acción a ras del suelo, en la playa de Dunkerque, en el que miles de soldados británicos esperaban ser evacuados por la flota (compuesta por destructores y barcos mercantes) en condiciones muy precarias, pues el puerto había sido devastado por la armada aérea alemana. Esa trama tiene una duración de una semana y está protagonizada por tres jóvenes, encarnados por Fionn Whitehead, Aneurin Barnard y un sorprendente Harry Styles (cantante de la boy band "One Direction" y que debuta como actor); además del Comandante Bolton encarnado por Kenneth Branagh y el Coronel Winnant, que da vida James D'Arcy (estupendo actor visto en "Gernika" de Koldo Serra). Con respecto a la segunda trama, nos traslada a alta mar en el que pequeñas embarcaciones, siendo navegadas por civiles británicos, salieron al Canal de la Mancha para rescatar a los jóvenes soldados aliados. En uno de esos barcos, tenemos a Mark Rylance, que interpreta al señor Dawson y su hijo Collins, encarnado por Jack Lowden. La acción tiene una duración de un día. Y la tercera y última trama nos lleva al combate aéreo entre las aeronaves de la RAF (Royal Air Force) y los Luftwaffe. Ahí podemos ver a un Tom Hardy que solamente le vemos los ojos. Todas estas tramas se van desarrollando paralelamente, haciendo partícipe al espectador de la tensión y desasosiego de los personajes en el campo de batalla, hasta que todas ellas convergen de maravilla en el desenlace del filme.

La factura técnica es realmente impresionante, en el que destaca el apartado visual (siendo otra de las características que definen su cine) con una puesta en escena realmente brillante, tanto en los geniales encuadres con profundidad de plano (hipnóticos todos los planos cenitales enfocando la playa, el mar, los barcos...), como aquellos con perspectiva (genial aquel en el que dos columnas blancas remarcan la profundidad y el volumen del plano) y además aquellos subjetivos (la secuencia inicial en el que un joven soldado permanece en el suelo mientras los Luftwaffe bombardean la playa es apasionante). La fotografía de Hoyte van Hoytema (que ya trabajó con Nolan en "Interstellar") es también de alto octanaje; y que decir de la apabullante banda sonora de Hans Zimmer (un habitual del cine de Nolan) que potencia muchísimo la tensión y la angustia que destila el filme.

Aunque por encima de todo, lo más destacable de la propuesta, es la dignidad y la honradez de los personajes, así como la comunicación entre ellos a través de gestos o miradas que dicen más que mil palabras (valga el célebre refrán); de hecho, los primeros diez minutos no se escucha prácticamente ninguna palabra, en el que las imágenes hablan por si solas. También rezuma cierto aroma nostálgico que recuerda al neorrealismo italiano, en clásicos como "Roma, ciudad abierta" (Roma città aperta, 1945) y "Alemania, año cero" (Germania, anno zero, 1948), ambas de Roberto Rossellini.

Como resultado, Nolan imprime a la perfección el orgullo británico (basta con ver el fantástico final, con las palabras del discurso de Winston Churchill en "voz en off" y el aterrizaje de Tom Hardy y lo que hace posteriormente, menuda genialidad). Aquel pundonor convirtió una de las más severas derrotas en una victoria, ya que el rescate de los soldados propició que la moral británica se mantuviera alta pese a las circunstancias, y posteriormente pudieron contraatacar en la Batalla de Inglaterra, marcando el inicio de la victoria aliada en la conflagración mundial.

Llegados hasta este punto y en conclusión, "Dunkerque", tal y como decía en el primer párrafo de la reseña, es una obra maestra, siendo una de las mejores muestras de cine bélico de todos los tiempos, además de ser una de las películas más destacadas de este Siglo XXI, consagrando y elevando a la categoría de maestro a Christopher Nolan. UN CLÁSICO INSTANTÁNEO. CINE EN SU ESTADO MÁS PURO.
La Taverna del Mastí
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