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Voto de La Taverna del Mastí:
7
Terror. Intriga. Thriller Una joven estudiante universitaria (Jessica Rothe) reconstruye el día de su asesinato reviviendo tanto los detalles cotidianos como su aterrador final, hasta intentar descubrir la identidad de su asesino. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para hablar de la película que nos ocupa, "Feliz día de tu muerte", hay que hacerlo sobre otras dos películas que, de alguna manera, marcaron época cuando se estrenaron y redefinieron también el género en el cual estaban enclaustradas. Me estoy refiriendo a la comedia "Atrapado en el tiempo" (Groundhog Day, 1993) de Harold Ramis y a la cinta de terror "Scream. Vigila quién llama" (Scream, 1996) de Wes Craven. Ambas cintas, absolutamente geniales, son verdaderos hitos de su generación, los años noventa.

Respecto a "Atrapado en el tiempo" la característica principal por la cual destacó y se desmarcó del resto por su originalidad, es que su protagonista, un colosal Bill Murray, revive una y otra vez el mismo día... que no es otro que el famoso 'Día de la Marmota'. No se sabe a ciencia cierta el porqué del fenómeno sobrenatural, pero sí conocemos la finalidad, que no es otra que conquistar el corazón de la chica de la película (interpretada por una maravillosa Andy MacDowell) y también convertirse en una buena persona. Esta original propuesta la convirtió en una de las mejores comedias de todos los tiempos, y encumbró a Bill Murray como uno de los mejores actores de su generación.

Por otro lado, el cineasta Wes Craven, aunque haya sido muchas veces discutido su estatus dentro del cine de terror por los expertos de turno, sin lugar a dudas es uno de los grandes del género; gracias en gran medida a dos auténticos clásicos, como "Las colinas tienen ojos" (The Hills Have Eyes, 1977) en los setenta y "Pesadilla en Elm Street" (A Nightmare on Elm Street, 1984) en los ochenta. Hay que mencionar también otros filmes bastante dignos, como son "La última casa a la izquierda" (The Last House on the Left, 1972) y "La serpiente y el arco iris" (The Serpent and the Rainbow, 1988).

Craven en aquella época, antes del estreno de Scream, estaba estancado en el género y superado por nuevos directores que empezaron a destacar con cintas maravillosas, como por ejemplo un jovenzuelo Sam Raimi que firmó la monumental "Posesión infernal" (Evil dead, 1981) y sus secuelas "Terroríficamente muertos" (Evil Dead 2: Dead by Dawn, 1987) y "El ejercito de las tinieblas" (Army of Darkness, 1992)... o también Clive Barker con su joya sangrienta "Hellraiser" (Id., 1987). No obstante, si Craven posee una característica en su trayectoria es que sabe reinventarse a si mismo... y eso mismo hizo con la saga "Scream". No es que inventara nada nuevo, pero le dio un soplo de aire fresco a un género que daba ya síntomas de agotamiento, con aquellas secuelas interminables de las franquicias de los afamados slashers ochenteros (que incluyen sus pesadillas con Freddy Krueger), que formaban parte de la carnaza de videoclub que copaba sus estanterías aglomeradas. En "Scream" Craven rebajó el tono sangriento, y combinó a la perfección la comedia juvenil con guiños constantes a la cinefilia más exquisita. En la saga, que cuenta con cuatro largometrajes y una serie de televisión (hasta la fecha), un asesino con una máscara, inspirada en el famoso grito de Munch, hace estragos a cuchilladas entre los adolescentes de la universidad y las célebres hermandades.

Tras esta pequeña digresión y ya volviendo a la cinta que nos concierne, "Feliz día de tu muerte", dirigida por Christopher Landon, mete en una batidora el famoso estilo del "día de la marmota" con ese psicópata enmascarado que se pasea entre el campus universitario. Así que, de entrada, se podría afirmar que su premisa es interesante a pesar de no ser original. Más que terror, se la podría encuadrar en el género del suspense, por el requisito ese de que la víctima siempre revive el día que le han arrebatado su vida, mismo día que también da la casualidad que es su cumpleaños. Una víctima que al mismo tiempo se erige como la protagonista de la cinta, encarnada por la joven actriz estadounidense Jessica Rothe, que personalmente me recuerda vagamente a la célebre cantante pop Britney Spears en sus años mozos.

A través de la repetición de su citado aniversario de muerte (nunca mejor dicho) y los distintos puntos de vista que ofrece, van desfilando ante nuestros ojos una serie de personajes secundarios, relacionados con la protagonista, que se postulan como posibles sospechosos, permitiéndonos a nosotros como espectadores que hagamos nuestras elucubraciones de quién es el asesino de turno. Todo ello conforma un pastiche entretenido, en una especie de juego macabro bastante divertido, que no reinventa nada, ni tampoco marcará un hito en el género, como aquellas películas a las que hace referencia con sus influencias; sin embargo, sí nos permite pasar un buen rato, entre pequeños sustos y toneladas de diversión palomitera y desenfadada... ¡Qué no es poco!
La Taverna del Mastí
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