Para ser una película de 2003 resulta extraordinariamente CLÁSICA, en el mejor sentido de la palabra. Desde el comienzo notas que te están relatando una historia sólida cuyo desenlace te podrá gustar más o menos... pero que no va a ser el típico happy end americanizado y pasteloso. Los actores y la ambientación funcionan impecablemente al servicio de un guión y unas escenas muy medidas, que se encadenan bastante ágilmente manteniendo la intriga por el final. Aunque hay un punto de amargura y melancolía en toda la película, también hay simultáneamente detalles sarcásticos, que introducen un simpático contraste con el romanticismo del enamorado protagonista. Por todo esto y el no-recurso a personajes estúpidamente malignos, la película una vez vista te deja una impresión muy similar a las grandes novelas del siglo XIX y comienzos del XX.
-El hecho de que no sea una adaptación sino un guión original del propio director sorprende favorablemente y da un poco de envidia, (¿por qué las subvenciones en España nunca dan lugar a obras así de clásicas?)-