US 
Canadá 
México 
España 
UK 
Irlanda 
Australia 
Argentina 
Chile 
Colombia 
Uruguay 
Paraguay 
Perú 
Ecuador 
Venezuela 
Costa Rica 
Honduras 
Guatemala 
Bolivia 
Rep. Dominicana
Voto de Servadac:
855
Drama
Martin Frost es un exitoso novelista americano que acaba de publicar su última obra. Martin decide descansar mentalmente en una pequeña casa de campo a las afuera de Nueva York. Al amanecer del primer día, descubre asombrado que una misteriosa y deslumbrante mujer yace en la cama a su lado. Fascinando por su belleza, Martin cae hechizado. Ha encontrado su musa que le ayude a escribir su obra perfecta? (FILMAFFINITY)
7 de enero de 2010
27 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paul Auster es un notable creador de ficciones. Su prosa es lúdica y fluida. Juega con espejos, recurrencias. Es amable. Da forma a lo inquietante en sus relatos. Construye laberintos de palabras.
Pero el cine no es literatura.
En ‘La vida interior de Martin Frost’ no hay una sola idea cinematográfica. Los escasos hallazgos son verbales. Ninguna solución de imagen y sonido para los problemas que plantea la película.
Un buen guión no es una sucesión de escenas literarias. Una buena fotografía no es lo mismo que una escena correctamente iluminada. Envolvente no es lo mismo que lineal. Lo pausado, sin alma, acaba en puro tedio.
Aquí no hay clímax ni tensión.
El personaje mágico carece de magia por completo.
El personaje cómico carece de gracia por completo.
Hay cuatro personajes. Para colmo, sobra uno. Y lo encarna la hija de Paul Auster.
No se ve (ni se oye) la vida interior de Martin Frost por ningún lado.
Pero el cine no es literatura.
En ‘La vida interior de Martin Frost’ no hay una sola idea cinematográfica. Los escasos hallazgos son verbales. Ninguna solución de imagen y sonido para los problemas que plantea la película.
Un buen guión no es una sucesión de escenas literarias. Una buena fotografía no es lo mismo que una escena correctamente iluminada. Envolvente no es lo mismo que lineal. Lo pausado, sin alma, acaba en puro tedio.
Aquí no hay clímax ni tensión.
El personaje mágico carece de magia por completo.
El personaje cómico carece de gracia por completo.
Hay cuatro personajes. Para colmo, sobra uno. Y lo encarna la hija de Paul Auster.
No se ve (ni se oye) la vida interior de Martin Frost por ningún lado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
