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Voto de Hector Zuleta:
10
Comedia. Musical Lorelei y Dorothy son dos cantantes que hacen un crucero desde los Estados Unidos a París. Una rubia y otra morena, con su belleza y encanto seducirán a todo el pasaje. Lorelei tiene el objetivo de casarse con un millonario, pero hay un inconveniente: tiene un novio cuyo padre contrató un detective para descubrir su juego. (FILMAFFINITY)
3 de enero de 2011
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después del éxito de “Niágara”, la carrera de Marilyn se dispara como una flecha. Su siguiente película “Los caballeros las prefieren rubias”, versión de una popular novela de Anita Loos acerca de la obsesión de bastantes chicas por cazar un marido rico. Dirigido por Howard Hawks, en clave de comedia musical, el film presentaba uno de los cócteles sexuales más explosivos que imaginarse pueda: la grave exuberancia de Jane Russell frente a la candorosa y provocativa rubia Marilyn Monroe (la espectacular batalla de las curvas), un acertado titular de prensa de la época. Además, los frecuentes números musicales permitieron a Marilyn lucir sus facultades de cantante y bailarina, hasta el punto que el desconfiado Zanuck (“El todo poderoso de la Fox”) creyó que habían doblado su voz. En adelante, el magnate de la Fox tendría que reconocer que Marilyn era la más firme promesa del estudio. Y no tardaría en comprobar que iba a convertirse en la estrella principal de su nómina.
A finales de ese 1953, apareció en la portada del número inaugural de Playboy, siendo por lo tanto la primera chica del mes de la revista, con la famosa fotografía Sueños dorados, donde mostró sus medidas de 94-58-92.
En el panteón pagano de Hollywood, Marilyn era llamada “la diosa del amor” así la llamaba la revista “Time” en una de sus tantas portadas donde ella aparecía. En efecto, tras el éxito de la película, el nombre de la Monroe se coloca entre las diez mayores celebridades de la vida norteamericana y es invitada, junto a Jane Russell, a dejar impresas las huellas de sus manos en el húmedo cemento del Teatro Chino (irónicamente, Marilyn propondrá que le registren también los pechos y glúteos).
La actuación de Monroe recibió buenas críticas y su interpretación del número musical "Diamonds Are a Girl's Best Friends" (Los diamantes son los mejores amigos de las chicas) se convirtió en un clásico de los musicales, imitado por Madonna en su tema clásico “Material Girl”.
Hector Zuleta
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