Mis recuerdos de Katy la Oruga eran muy vagos. La vi de muy pequeña, y aunque recuerdo que me gustó, no había vuelto a pensar en ella hasta que hace pocos meses la encontré en Youtube y volví a verla con mi hija.

La película narra la historia de una oruga que vive en un cerezo con sus hermanas pero que no se siente satisfecha con lo que es, de modo que, guiada por la Madre Naturaleza, decide emprender un viaje de auto-conocimiento para averiguar qué quiere ser. Durante el viaje conocerá a multitud de amigos (una araña, una abeja, un ratoncito...) que la ayudarán a comprender qué quiere ser... y qué no quiere ser (más sobre esto en la zona spoiler).

La historia es sumamente inocente y sencilla, amable, sin escenas truculentas ni angustiosas, por lo que resulta agradable y adecuada para los niños más pequeños, que la encontrarán fácil de seguir y no corren el peligro de encontrar nada que les resulte inquietante. Quizás para los más mayores, de diez años en adelante, pueda resultar un poco infantil.

En cuanto a la calidad del dibujo, se nota que la película es viejuna; aún así, tiene ese "algo" que hace que los peques no puedan despegar los ojos de la pantalla, los personajes resultan simpáticos y el argumento es entretenido. Las canciones son agradables, en ocasiones melancólicas, aunque no llegan a ser tan pegadizas y memorables como las de Disney.

En resumen, no es una obra maestra de la animación, pero tampoco es en absoluto una mala película. Le gustará a los más pequeños de la casa.