Una agente inmobiliaria de unos 40 años que trabaja en París es despedida de su trabajo, desesperada llama a su antiguo exjefe, para pedirle trabajo en aquella inmobiliaria de pueblo donde trabajaba, lo que provoca las dudas de él por la forma en que ella había abandonado anteriormente su puesto, aunque le deja esperanzas.
La historia cambia radicalmente, cuando ella se entera que "su" antiguo puesto que tenía casi asegurado, es tomado por una chica mucho más joven y bonita.
Aquí el director comienza a desvelar lo que es capaz de hacer una persona, con el fín de recuperar algo que cree que es suyo, haciendo un desarrollo atrapante, inquietante y perturbador, convirtiendo a la peli en un delicioso manjar de suspense.
La labor de Marina Foïs como la peculiar agente inmobiliaria, es sencillamente excelente, con una variedad de cambios de personalidad en el mismo personaje, que hace brillar su papel.
Joséphine Japy cumple bien, además de guapa encaja perfectamente como la chica "usurpadora", aunque su papel no es tan destacado como en "Respire" dónde es protagonista central.
Altamente recomendable, por su guión, por las actuaciones y por la astucia del director de atrapar de principio a fin al espectador.