Cuando llama un extraño es un atípico remake, más que nada porque toma como base los primeros minutos de la película que versiona, Llama un extraño (When a Stranger Calls), y los extiende hasta la hora y media estándar. De esta forma transforma lo que era un thriller policiaco en película de terror (bueno, de sustos más bien) para adolescentes.

La trama sería una mezcla entre el primer acto de la película original y el ídem de Scream, el que protagonizó Drew Barrymore. Así, la historia nos muestra a una niñera (Camilla Belle) que comienza a sufrir una serie de aterradoras llamadas.

Simon West realiza un producto de terror para todos los públicos (en el que la sangre apenas hace acto de presencia), cuyos personajes resultan repelentes (especialmente el interpretado por Katie Cassidy), sus diálogos trillados y los momentos de tensión demasiado descafeinados. Aunque el resultado final es muy mejorable, lo cierto es que se deja ver con agrado y no se hace demasiado pesada a pesar de su, en principio, limitado margen de maniobra. Lo mejor: la espectacular mansión por la que se mueven los protagonistas jugando al gato y al ratón.