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España España · Calahorra
Voto de ddarko_1980:
5
Comedia. Drama Verónica, una joven veinteañera, tiene dos amantes diametralmente opuestos. Abel es un crítico de rock ingenioso y encantador, mientras que Zed es un rudo y musculoso batería de una banda de punk. Ambos están locos por Verónica, que a la vez ama a ambos por igual. Se establece un triángulo emocional en el que los tres personajes aman, luchan, sufren y disfrutan de este ménage-a-trois. Pero cuando todo parece encajar, Verónica conoce a ... [+]
13 de febrero de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Araki se acerca a la comedia romántica de enredo (a su manera) con esta película en la que Kathleen Robertson interpreta a Verónica, una joven que se enamora durante la misma noche de dos chicos, Abel (Johnathon Schaech) y Zed (Matt Keeslar). Los chicos no pueden ser más diferentes, Abel es atento, listo y trabaja como crítico musical, por su parte Zed es fuerte e ignorante, además de ganarse la vida tocando la batería en un grupo. Tras varios desencuentros los dos chicos se va a vivir con Verónica, pero es entonces cuando ella conoce a Ernest (Eric Mabius) y el triángulo amoroso se convierte en cuadrado.

Lo primero que llama la atención de la película es lo mucho que abusa de la voz en off de Verónica, la cual nos va narrando lo que pasa por la cabeza de la chica a la vez que nos detalla su vida en común con Abel y Zed. Dicho recurso acaba saturando la narración, la cual parece avanzar a trompicones. Es curioso como el tono de la película, a pesar de contener varias similitudes con el cine anterior de su director (personajes inocentones inmersos en complicadas situaciones, excelente banda sonora, llamativa fotografía…) queda algo rebajado por la comicidad del tema, si bien este no tiene nada que ver con el de la típica cinta de enredo y romance (a pesar de su tono caricaturesco durante el último tramo), y ahí radica su encanto, en su diferencia.

Las actuaciones no son especialmente destacables, ninguno de los protagonistas tiene el suficiente carisma para llevar el peso de una película de estas característica, eso sí, Robertson se esfuerza y termina realizando la mejor interpretación del conjunto. Y eso que su personaje tiene ciertas complicaciones, entre ellas la más importante sería el tratar de hallar las simpatías del público, algo complicado (a pesar de que lo intente con escenas como la del baño, cuando oye como es criticada por su estilo de vida) teniendo en cuenta las decisiones tan políticamente incorrectas de su personaje. De todas maneras el acabado final es menos satisfactorio e irreverente de lo que suele ofrecer Araki, al que tampoco le termina de funcionar el humor, el cual parece en muchos momentos metido con calzador. Splendor termina resultando una rareza de mejores intenciones que resultados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
ddarko_1980
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