Hay que ver lo mal que elige Kristen Bell sus películas, porque trabajos como el que nos ocupa u otros anteriores, como la terrible En la boda de mi hermana (When in Rome), no sólo están muy por debajo de sus posibilidades (recordemos que la actriz ya desplegó su carisma y talento dando vida a la protagonista de la teleserie Veronica Mars), sino que, para colmo, no han funcionado demasiado bien en taquilla.

Bell interpreta aquí a una exitosa publicista que descubre con horror que su hermano (Jimmy Wolk) está comprometido con Joanna (Odette Yustman), la que fuera su gran archienemiga en el instituto. Para complicar un poco más las cosas aparece en escena Ramona (Sigourney Weaver), tía de Joanna y antigua amiga de la madre de nuestra protagonista, Gail (Jaime Lee Curtis). Huelga señalar que estas últimas también tuvieron sus más y sus menos años ha.

Me gustan las películas que muestran el mundo estudiantil como una especie de mini sociedad en la que tienen cabida distintas agrupaciones (los pijos, los empollones, los perdedores, los atletas…), sobre todo las que tratan los problemas de integración de forma original (será que siento cierta afinidad con lo que exponen), no en vano Escuela de jóvenes asesinos (Heathers) es mi largometraje favorito. Si bien, lo cierto es que son muy pocas las cintas que cumplen con mis (altas) expectativas. Este trabajo no lo logra, y es que se nota tantísimo que la compañía Disney está detrás, véase su ñoño mensaje o falsa dulcificación, que el resultado final sólo puede ser tachado de contenido e intrascendente. Un poco de mala leche no hubiese estado de más.