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Voto de Cine Crítica:
8
Terror. Romance. Thriller En la ciudad iraní de Bad City puede pasar cualquier cosa. En medio de un abanico de personajes marginales, un vampiro vaga en busca de sangre. Al western vampírico se le suma un romance teñido de sangre. A Girl Walks Home Alone at Night combina géneros y estilos: invoca el western, la fascinación propia de Lynch, el terror y las novelas gráficas. (FILMAFFINITY)
1 de octubre de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un universo cinematográfico en el que los nuevos realizadores generalmente buscan irrumpir con sorpresivas obras que terminan por no sorprender a nadie, es oxigenante el que alguna película de la cual no se tienen muchas expectativas termine cautivando a uno como escéptico espectador.

Fue el caso de la cinta 'Una chica regresa sola a casa de noche' ('A Girl Walks Home Alone at Night'. Ana Lily Amirpour. Estados Unidos, 2014).

El filme nos ubica en la ficticia ciudad iraní de Bad City, en donde un joven (Arash Marandi), tras meterse en líos económicos con un traficante (Dominic Rains), conoce a una misteriosa mujer de “vampiresas características” (Sheila Vand), con quien eventualmente quedará enganchado.

La trama de la cinta resulta más que sencilla desde el punto de vista de lo que se cuenta, pudiendo ser observada como la condensación de aquellas dificultades que impiden la realización del amor entre dos jóvenes. Sin embargo, en un pulcro cuan conciso ejercicio narrativo, la también guionista Amirpour suelta una serie de subtextos que enriquecen al filme. Ahí está la incomprensión existencial subyacente en los personajes principales, quienes prácticamente viven apartados de la sociedad, que es retratada en la cinta a partir de un universo mínimo de actantes, apenas exponiéndose a un número de personas que se cuentan con los dedos de las manos, entre quienes destacan una prostituta, el padre enfermo y adicto del protagonista masculino, además un niño que fungirá como testigo; y poco más. Asimismo, se devela un carácter justiciero cuasi inédito en lo que tiene que ver con la figura del vampiro que, si bien es cierto requiere de sangre para subsistir, decide alimentarse en este caso de manera selectiva, chupando los cuerpos de aquellos quienes fungen como opresores, dejando con vida a los perpetuos mártires de la sociedad.

En el plano estrictamente formal, Una chica regresa sola a casa de noche tiene vastos referentes: su protagonista femenina se asemeja mucho en lo físico a quien fuera la musa de Jean-Luc Godard en la década del 60, Anna Karina ('Banda aparte', 1964), además de que también le es asignado el rol de femme fatal protagónica (de quien tomará parte el espectador) a la usanza del propio cineasta francés; igualmente, Ana Lily Amirpour parece suscribirse a los seguidores de la “nueva ola francesa” en cuanto al tempo” y feeling de la narración, emparentándose en la economía fílmica con Jim Jarmusch ('Extraños en el paraíso', 1984) y con DavidLynch ('Mulholland Drive', 2001) a partir de los límites del misterio y del surrealismo expuestos. Siguiendo en el apartado de las hechuras, hay también un halo que remite a ciertas películas del oeste, muy cercano al subgénero del spaghetti western ('Por un puñado de dólares'. Sergio Leone, 1964), con protagonistas antihéroes de moral difusa que caminan por pueblos semidesérticos, sosteniendo encuentros violentos con los respectivos antagonistas; en el caso de la cinta en cuestión, “duelos” que tienen que ver más con el género del terror (concretamente los vampiros como ente activo).

Mención aparte a la fotografía: por un lado, un cuidadísimo blanco y negro que abona en mucho a la construcción de atmósferas sugestivas, que resaltan momentos de soledad, de extravío y de temor. Y está también la exhaustiva composición de los planos, en donde cada imagen proyectada transpira una precisión que nunca salta a los lares del “cine de diseño”, al contrario, denota una seriedad por parte de la directora para decirnos qué cosa debe estar iluminada, qué otra debe estar en foco y cuál ha de ser la intencionalidad de los distintos objetos y personajes filmados.

'Una chica regresa sola a casa' de noche podría definirse como una película circunscrita en la posmodernidad, pero en el mejor sentido del término, encaramándose todos sus componentes en una armonía tal que terminan propiciando una cinta harto disfrutable, lo mismo para sesudos críticos que para espectadores medios (entre los que me incluyo).

Como acotación, vale resaltar que hay un juego de nacionalidades explícitas e implícitas en la configuración del filme. Primeramente, está la manufactura estadounidense que en su origen tiene la producción, no pudiéndose soslayar –por otra parte— las esencias iraníes que contiene la propia película (el reparto es oriundo de Irán; la película está hablada en persa), finalmente emparentándose por sus atributos rupturistas en términos genéricos –siempre desde el lado formal— con la ya citada vanguardia francesa (la nouvelle vague).

Ana Lily Amirpour no esconde sus referentes fílmicos con 'Una chica regresa sola a casa de noche', al contrario, los pone en la primera línea, destilando a partir de esto un sello propio que, sobre todo, denota honestidad en la creación de la película, transmitida acertadamente en un filme que resulta tan diáfano como entretenido.
Cine Crítica
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