Si se argumentara que los escandinavos son gente con muchas virtudes pero sin ningún sentido del humor, esta película sería sin duda la prueba definitiva. Entiendo que en una sociedad donde todo el mundo actúa de forma educada y prácticamente no hay conflictos, como es la danesa en este caso, este tipo de humor escatológico y misógino se considere irreverente y contracultural.

El problema es que más allá de intentar levantar ampollas haciendo chistes verdes la película no tiene ninguna gracia, ninguna. De hecho no es más que una repetición del mismo chiste una y otra vez en diferentes contextos. Bueno, si uno tiene 12 años supongo que si le puede resultar gracioso, porque a uno le quedarían varios años para tener sexo y todo lo referente a ello es un jijijaja, y para qué quiere uno más con chistes de caca y de genitales. Infumable.

En fin, esta película es un gran arma cuando el típico resabidillo se arranque con aquello de que las películas españolas son muy malas.