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Voto de VICTOR LASZLO:
6
Drama Los niños de un grupo de natación de un polideportivo municipal acusan al monitor de dar un beso a uno de ellos, hecho que preocupa e inquieta a los padres. Anna, la directora del club de natación le pide explicaciones al monitor, pero las versiones no coinciden. ¿Se trata de un gesto de afecto para calmar a un niño asustado o hay algo más? La sospecha alimenta el miedo y éste genera violencia. El otro monitor de la piscina, lleno de ... [+]
10 de noviembre de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el festival Grec de Barcelona del año 2012, Josep María Mirò presentaba su obra “El principio de Arquimedes”, una obra que reflexiona sobre el miedo y la libertad.
En 2015 nos llega desde la visión de Ventura Pons, que codo con codo con el escritor, ha sabido adaptar el guion y espacio del libreto original a su versión cinematográfica.
Con los mismos actores que ya actuaran aquel lejano verano del 2012 en el espacio escénico de la montaña de Montjuich, Ventura Pons logra formar desde la visión poliédrica de un problema como lo viven sus protagonistas en la Barcelona que tan bien nos describe en sus películas. Roser Batalla, Rubén de Eguia (debuta en el cine), Albert Ausellé, Santi Ricart y Diana Gómez hacen creíbles las situaciones y sus personajes en una sociedad actual que vende seguridad, libertad y miedos a partes iguales.
Los que la vean podrán encontrar cierto parecido con otras películas, como por ejemplo “La Calumnia” que dirigió William Wyler en 1961, pero bendita sea la coincidencia ya que desde un historia mucho más moderna, el director toca el tema de la pederastia de una manera elegante.
Pero lo que realmente llamó la atención del humilde servidor que escribe estas líneas es su final, al que comparo con la maravillosa película de Charles Laughton “La Noche del cazador” (1955), donde nos muestra un pueblo exaltado por el convencimiento religioso y por un Dios que no puede hacer justicia en la tierra. En este film el pueblo se exalta en la violencia por unas fotos colgadas por el protagonista, en algo a lo que hemos convertido en “Dios”, el Facebook y las redes sociales.
Una reflexión sobre lo que estamos convirtiendo nuestra sociedad, que para vender seguridad antes debe introducir “EL VIRUS DE LA POR”.
VICTOR LASZLO
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