La ví con muchas expectativas (quizás ese fue el problema), ya que se habló mucho de lo bien que está Dmitriy Nagiev en este film dramático, y cómo sorprende -él es más conocido por sus papeles cómicos en series de TV-. Si bien es cierto que el personaje está muy bien logrado, y Dmitriy evidentemente se metió de lleno en el papel (con pérdida de peso real, etc...), creo que no alcanza para lograr un buen producto final sólo por el actor. Digamos que los únicos puntos que se lleva la película son gracias a él.

Que un hombre pierda de repente a toda su familia es claramente un enorme drama, pero se me hace innecesario tener que buscar la lágrima del espectador permanentemente. A veces hasta llegar a la inverosimilitud.

Lo peor de la película, y el principal motivo de la nota baja, es por el ritmo de la misma. Es leeeenta. Obviamente no se puede esperar la velocidad de una peli de acción o una comedia, pero al director se le fue la mano con muchas escenas interminables, donde "no pasa nada".
Es claro que busca transmitirnos la sensación de soledad y tristeza del protagonista, pero no es fácil soportar durante tantos segundos el mismo plano sin ver movimiento alguno en la pantalla, sin sonidos, o apenas una tenue música dramática. Abundan las escenas donde vemos al actor mirando la mesa, o el horizonte, o la tumba de su familia, y se hace largo. Luego de verla, supongo que habré pasado la mitad del tiempo viendo escenas así, y no es lo que esperaba, por eso quizás la desilusión.

Lo mejor: la actuación de Dmitriy Nagiev.
Lo peor: el ritmo soporífero y desesperante.