Nos muestra lo más turbio de la élite del mundo de los negocios, ayudándonos a entender por qué el ser humano es el peor enemigo de sí mismo. Vestida de falso modernismo, como sus trajes, es una pasarela de machismo donde las mujeres supuestamente más inteligentes caminan contoneando sus curvas y mostrando sus generosos escotes como muñecas de pasarela. Personajes llenos de chispa y encanto nos venden taimadamente el glamour de un mundo que no logra ocultar las miserias que esconde en sus entrañas. Pero engancha.