Ventura Pons hace muchas películas, pero pocas buenas. "Animales heridos" adapta historias de Jordi Puntí y lo hace en tres partes cruzando tres historias aparentemente sin nada que ver. La única salvable cinematográficamente es la segunda, pues el resto posee una falta de enjundia, de continente y contenido, realmente evidentes, usándose constantemente una voz en off que delata la falta de recursos narrativos y estructurales, a la par que convierten a la película en una especie de manual de instrucciones para sobrevivir de todo a cien.