Puesta de largo cinematográfica por Óscar Aibar de su propio cómic, una película francamente arriesgada y distinta en el panorama del cine español de su época. Partiendo de un eclecticismo cuando menos, y sobre el papel, blasfemo, que mezcla el western clásico (la propia canción que da título al film) con la ciencia ficción, el spaghetti western con el rock, el cómic con el policiaco, se trata de una historia futurista desarrollada en un Texas desértico, varado e infernal dónde un policía (Ponce) decide salir del pueblo de Atolladero, tal es el vacío que allí encuentra. Cuando su compañero y jefe se entera (Hinojosa) orquestará toda una caza de éste para que no pueda escapar de ese atolladero, de un lugar que como dice el propio Ponce "esto no es el mundo", dónde un juez moribundo y colmo de la decrepitud sigue mandando.
Excéntrica y de particular "look", desequilibrada y poco concesora de medias tintas, es una película fallida pero estimable, al menos una adaptación digna del cómic a la pantalla (cosa que no ocurre, por ejemplo, con "Makinavaja" o "Historias de la puta mili" los de Ivá), además tratándose de un cómic tan singular como el que adapta.