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Drama. Romance
La Viaccia es una finca que no pertenece a quienes la cultivan, sino al tío Fernando, un comerciante avaro y astuto que la recibió en herencia. El padre de Amérigo no puede recuperarla, y su hijo primogénito, poco aficionado al cultivo de la tierra, prefiere marcharse a la ciudad. (FILMAFFINITY)
16 de octubre de 2011
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de un joven campesino (Belmondo) que tras viajar a la ciudad perderá la familia, el empleo, la honradez, la herencia (la viaccia) y hasta la propia vida a causa de un apasionado amor no correspondido hacia una bella prostituta (Cardinale). La película es una sórdida crónica de este proceso de destrucción.
Realizada en el mismo año que "El bello Antonio", una nueva muestra del gran artesano y meticuloso cineasta que fue Bolognini, capaz de hacer dos magníficas películas en un mismo año. De mucha belleza plástica (aún acusando influencias viscontianas, es una película de sello autoral suficiente, que nunca la hacer ser una obra manierista), considerable guión y con la penetración psicológica del mejor cine de su realizador, es una muy buena película que pudo ser bastante mejor de no ser por la inoportuna y mala interpretación de un improbable Jean-Paul Belmondo. El francés no configura su personaje con la complejidad que éste requería y el desarmante talento y belleza de Claudia Cardinale lo sepultan aún más en su mediocridad. Fue la película de mayor relevancia crítica en la carrera de Bolognini (para muchos su obra maestra).
Realizada en el mismo año que "El bello Antonio", una nueva muestra del gran artesano y meticuloso cineasta que fue Bolognini, capaz de hacer dos magníficas películas en un mismo año. De mucha belleza plástica (aún acusando influencias viscontianas, es una película de sello autoral suficiente, que nunca la hacer ser una obra manierista), considerable guión y con la penetración psicológica del mejor cine de su realizador, es una muy buena película que pudo ser bastante mejor de no ser por la inoportuna y mala interpretación de un improbable Jean-Paul Belmondo. El francés no configura su personaje con la complejidad que éste requería y el desarmante talento y belleza de Claudia Cardinale lo sepultan aún más en su mediocridad. Fue la película de mayor relevancia crítica en la carrera de Bolognini (para muchos su obra maestra).