Una producción de Dreamworks verdaderamente estimulante y divertida, que cuenta bajo la estructura clásica de una de esas entretenidas películas de evasión carcelaria, la historia de una granja de gallinas que idean la forma de escapar de allí (más parecido a un campo de concentración que a otra cosa, gran acierto) y evitar acabar siendo material para pastel de pollo de sus insoportables dueños.
Son unas gallinas nada gallinas, con un par de huevos, que se aplican en un concienzudo entrenamiento castrense, con un gallo veterano del ejército británico absolutamente memorable enfrentado al vanidoso gallito americano, artista del circo y recién llegado.
Aparte de las influencias anteriormente reseñadas hay guiños muy divertidos incluso a la guerra de sexos de las maravillosas comedias hollywoodienses de los 30 y 40, asumiendo todas estas influencias con una sana y magnífica naturalidad gracias a un guión fluido y muy bien estructurado, salpicado de una encantadora ideología progresista que consagra el colectivismo y la solidaridad, en unos diálogos muy buenos. Estupenda, casi una obra maestra.