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España España · ciudadano del mundo (palencia)
Voto de kafka:
3
Comedia "Siempre hay un camino a la derecha" es el nombre de un programa televisivo de carácter sensacionalista que cuenta con una gran audiencia. El presentador muestra la vida de personas desgraciadas a las que pretende convencer de que su suerte puede cambiar siempre que se lo propongan. (FILMAFFINITY)
12 de febrero de 2007
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sociedad formada por el gran Rafael Azcona y el más que irregular y casi siempre equivocado José Luis García Sánchez quiere ser fructífera pero no se salda más que con comedias mediocres, de dudosa coralidad y gracia, de desperdigado talento y a veces tan desafortunadas que más que caricaturizar, ironizar o como se quiera llamar aquello que es objeto de las mismas casi acaba por conseguir lo contrario. Y es que esta segunda parte de la ya limitadísima "Suspiros de España (y Portugal)", en poco se diferenciaría de las entrañables, folclóricas, primitivas y nefastas películas con que cada sábado nos regalaba el grimoso, petulante y autosuficiente Parada en su inefable "Cine de barrio". Tratan extremos contrarios, sí, pero lo hacen aportando parecidas señas de identidad: un argumento basicamente insostenible; un humor obvio, chusco y demasiado grueso; unos actores intentando salvar a sus personajes-naufrágo en medio de una coralidad ineficiente; una puesta en escena impersonal, servilista y despreocupada.
Quiere ser una crítica a la telebasura (y no lo consigue por casi ser ella basura cinematográfica indefendible); quiere ser una caricatura de unos pobres palurdos en base a continuas referencias al sexo, a lo escatológico o a lo más obvio (y no lo logra tampoco, casi ofende más que entretiene o divierte); quiere ser, parece, una comedia al corte berlanguiano, no siendo más que un simulacro mediocre de comedia desmadejada e indefendible.
Francamente, el matrimonio Azcona/Sánchez está solicitando el divorcio a gritos, sobre todo por el primero, que está manchando su gran curriculum con películas de semejantes bajos vuelos. Y francamente también, lo único salvable es la exuberancia de Adriana Davidova, que tiene un desnudo en la película delicioso para el voyeur. Y se agradece. Pero que triste.
kafka
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